21.4.14

Aznar dijo en 1998 que el estado debía abonar a las eléctricas 1,2 billones de pesetas... y los abonó

"(...) Esta historia empieza en 1996”, afirma Francisco Castejón. Ese año se aprueba una directiva europea que pretendía forjar un mercado único eléctrico, donde todas las empresas pudieran operar en igualdad de condiciones en la generación y comercialización de la electricidad.

 En el estado español, una ley de 1998, con Aznar en la presidencia del gobierno y Josep Piqué (un habitual en el elenco de las “puertas giratorias”) al frente del Ministerio de Industria, se liberaliza el sistema, con alegría y sin complejos (países como Francia, Italia, Alemania o Bélgica mantienen empresas eléctricas estatales, matiza Francisco Castejón).

Antes de la liberalización, el gobierno fijaba el precio de la electricidad que cobraban a los consumidores las grandes empresas eléctricas, que negociaban con el gobierno el precio. La tarifa cubría los costes (no había “déficit de tarifa) y las empresas podían acumular beneficios. 

Pero el ejecutivo disponía de una herramienta básica, la empresa estatal Endesa, que le permitía actuar y en su caso frenar movimientos especulativos. Esto no significa que la intervención pública se realizara siempre a favor de los ciudadanos y el medio ambiente, y que el poder político pudiera esquivar a los grupos de presión, aclara Francisco Castejón en el artículo “El recibo de la luz y el abuso en el sistema eléctrico”.

 Por ejemplo, en las compensaciones por la “moratoria nuclear” se reconoce un valor exagerado, que las empresas Valdecaballeros I y II, Lemóniz I y II y Trillo II (las declaradas  en moratoria) cobran con cargo al recibo de la luz (una media de 15.000 millones de pesetas de 1998 al año).

 “Otro ejemplo no menos escandaloso”, subraya Castejón, es el de los Costes de Transición a la Competencia, por el que el ejecutivo de Aznar reconocía en 1998 que el estado debía abonar a las eléctricas 1,2 billones de pesetas, por los cambios para el paso del sistema regulado al liberalizado.

Desde que se produjo la liberalización en 1998, cinco grandes empresas dominan en el negocio de la electricidad -Iberdrola, Endesa, Gas Natural-Fenosa, EDP y EON- (...)

Se trata de un sistema alambicado con muchos problemas, lo que, finalmente, hace que la tarifa que pagan los consumidores no cubra los costes reconocidos legalmente y que estos estén, a su vez, desconectados de los costes reales; este sistema produce paradojas tales como que nunca ha habido más potencia instalada y, por tanto, más oferta de electricidad que en la actualidad; y, sin embargo, el precio no deja de subir”, concluye el miembro de Ecologistas en Acción. El precio de la electricidad española es el tercero más elevado de la Unión Europea.

El sistema eléctrico español proporciona una electricidad cara, permite la existencia del “déficit de tarifa”, que otorga a las compañías eléctricas gran capacidad de presión sobre los gobiernos, e impide caminar hacia un modelo energético alternativo.

  “La extensión de renovables ha sido frenada por el interés de las empresas que poseen centrales de gas, a pesar de que el estado español había conseguido ser un líder mundial en producción de esta energía, y en exportación de tecnologías blandas”, resume Castejón.

En el capítulo de alternativas, añade el militante ecologista, parece imprescindible una quita de la deuda del déficit de tarifa, pues “sin ella todos los problemas de costes son irresolubles”. 

Pero “también es necesario que el gobierno recupere más competencias en este campo hasta llegar a una forma de gestión similar a la francesa, en que una única empresa de titularidad estatal y controlada por el gobierno gestiona todas las actividades, desde la generación hasta la comercialización”. (...)

Mientras, el 27 de octubre de 2013 Europa Press informaba de unos balances empresariales que permiten arrojar alguna luz en este confuso dédalo. Iberdrola y Endesa fueron en 2012 la segunda y la tercera compañía eléctrica -entre las grandes europeas del sector- en beneficios netos, con 2.868 millones de euros y 2.771 millones de euros, respectivamente, según la  memoria Anual de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa). Gas Natural-Fenosa fue, además, la décima eléctrica europea en ganancias (1.657 millones de euros).

El tercer factor de aproximación reside en las conexiones entre los poderes político y empresarial: las célebres “puertas giratorias”. Sobran los ejemplos de responsables públicos que integran o han formado parte en la dirección (o altos cargos) de las grandes compañías energéticas.

 Endesa (José María Aznar, Elena Salgado, Luis de Guindos, Pedro Solbes, Miquel Roca), Red Eléctrica Española (Miguel Boyer, Ángeles Amador, exministra de Sanidad con el PSOE; José Folgado, exsecretario de Estado con el PP); Iberdrola (Ángel Acebes; José Luis Olivas, expresidente de la Comunidad Valenciana); Acciona (Javier Solana, Pío Cabanillas, Carmen Becerril, exsecretaria de Estado de Energía con el PP), Hidroeléctrica (Ana Palacio, exministra de Asuntos Exteriores con el PP); Gas Natural-Fenosa (Felipe González, Narcís Serra). En los dos últimos años, las ayudas de Cáritas-Barcelona para combatir la pobreza energética han aumentado un 326%."                  (Enric Llopis, Rebelión, 15/04/2014)

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