16.4.14

Cinco señales de que la recuperación económica puede ser una ilusión

"(...) El mundo de 2014 no es diferente del de 2004. El empujón proporcionado por el dinero barato ha hecho que se moviera la economía global. Es baja la inflación medida por el coste de bienes y servicios, pero los precios de los activos están empezando a zumbar. Los mercados financieros han vuelto a sus encantamientos. 

Se van haciendo tratos y se pagan grandes bonificaciones. La creencia popular es que lo peor ha terminado y que las perspectivas de la economía global se fortalecerán a medida que los problemas que quedan se van poniendo en orden.

Algunos analistas creen que ha vuelto la Gran Moderación – el periodo de baja inflación y continua expansión – tras el hiato causado por el crac.

Los optimistas podrían tener razón. Las recesiones tienden a ser la excepción, más que la regla, y los países acaban por volver a una tasa tendencial de crecimiento. (...)

O bien podría ser otro caso de pensamiento grupal.

Imaginemos, por tanto, que en un lapso de cinco años el FMI esté haciendo la autopsia de otro periodo de turbulencia global. ¿Cuáles se diría que fueron las señales de aviso que no se advirtieron durante 2014? He aquí cinco a tener en cuenta.

La primera sin duda ha de figurar en el WEO que se publicará el martes [8 de abril]: la dependencia de la economía global de tipos de interés excepcionalmente bajos. (...)

La segunda amenaza es un crac del mercado de bonos a medida que los bancos centrales intentan devolver la política monetaria a un marco más normal. (...)

Un suceso a lo “cisne negro” contiene un elemento de sorpresa, de modo que vale la pena echar un vistazo alrededor para ver si hay una burbuja ahí fuera que le pase a todo el mundo inadvertida, algo tan evidente que nos interpele directamente. ¿Qué tal la fracturación hidráulica? 

Se supone que la solución a las necesidades energéticas del mundo reside en el petróleo y el gas de esquisto, que es la razón por la que se ha acumulado la inversión en el sector. Sin embargo, la revista Oil & Gas Journal informaba el pasado mes de que 15 empresas de importancia han dado 35.000 millones de dólares por perdidos desde que comenzó el boom. Sacar petróleo y gas del suelo está resultando más costoso y menos rentable de lo esperado.

 Así que la tercera amenaza es que la fracturación hidráulica demuestre ser las nuevas subprime.

Por último, hay dos problemas de combustión lenta que el mundo ignora por su cuenta y riesgo. En una entrevista con el Guardian la semana pasada, Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, previno contra el riesgo de conflictos por los recursos en el lapso de los próximos cinco a 10 años, a menos que la comunidad internacional se tome en serio lo de enfrentarse al calentamiento global.

 El catálogo de sucesos meteorológicos extremos – de inundaciones en el Reino Unido a sequías en Australia – está creciendo. La inacción de los responsables políticos respecto al cambio climático es la misma que la de Greenspan en relación a las burbujas de los precios de los activos: enfrentarse al problema en caso de que surja. Ya sabemos todos cómo acabó eso.

Kim afirma también que es necesario actuar contra la creciente desigualdad. Lo mismo dice la directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde. (...)

Las 85 personas más ricas del planeta poseen la misma riqueza que la mitad de la población mundial, pero parecen inconscientes del riesgo de un extendido descontento social. Lo mismo les pasó, por supuesto, a los Borbones y a los Romanov."                (Larry Elliott, The Guardian, en Jaque al neoliberalismo, 14/04/2014)

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