"(...) Pero la devaluación de los salarios también sirve para hacer cada vez
más largas las colas ante los comedores sociales y, según pone ahora
negro sobre blanco la OCDE, también para frenar el crecimiento de la
economía.
Aunque eso también lo sabíamos, el argumento desaparecía en el
relato autocomplaciente de un Gobierno que celebra un día sí y otro
también la salida de la crisis económica sin reparar demasiado en la
crisis social.
Porque es evidente que del modelo anticrisis del Gobierno
Rajoy está resultando una España más competitiva desde el punto de
vista económico pero más injusta desde el punto de vista social. Detrás
de la devaluación salarial está el deterioro de las condiciones de
trabajo, así como el aumento de la pobreza y el número de familias en
riesgo de exclusión.
La OCDE nos dice ahora que hasta aquí hemos
llegado en España con los recortes salariales. Stop, no sigan ustedes
por ese camino, nos recomiendan, porque rebajar salarios ya no sirve
para mejorar la productividad y la competitividad, pues tiende a reducir
la demanda interna. O sea, nos explica la relación entre devaluación
salarial y consumo. Lógico.
Si no hay dinero en los bolsillos de los
trabajadores, que son inmensa mayoría, no hay consumo. Y si se resiente
el consumo porque los salarios bajan, del mismo modo que no se resiente
la inversión si el crédito no fluye, los motores de la economía se
paran.
De modo que cargar los sacrificios sobre los de siempre,
los trabajadores, es tan injusto como siempre pero ahora resulta que
además es un mal negocio para la salud de la economía nacional. Nos
viene a dar la razón a quienes, a diferencia del Gobierno, creemos que
el empleo escaso, precario y mal pagado –es lo que hay– no da para echar
las campanas al vuelo.
Y además es un jarro de agua fría a quienes
tienden a cerrar el debate con el argumento falaz de que para el parado
siempre será mucho mejor un puesto de trabajo precario y mal pagado que
ningún puesto de trabajo.
A lo que íbamos. Lo dice el último
informe de la OCDE sobre el empleo (“Perspectivas de Empleo”): si bien
la devaluación salarial ha mejorado la productividad y la competitividad
exterior, los recortes salariales ya han empezado a ser
contraproducentes.
Una valoración técnica con beneficiosos efectos
sociales, siempre que Mariano Rajoy y Luis de Guindos tomen nota. Si no
hacen caso a los sindicatos y a los partidos de izquierda, al menos que
hagan caso a la OCDE, donde España figura como uno de los países de
mayores rebajas salariales entre 2009 y 2013." (Recortes salariales: un mal negocio, de Antonio Casado en El Confidencial, en Caffe Reggio, 05/09/2014)
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