"Estas últimas semanas están siendo muy intensas a nivel de análisis,
percepciones, datos y realidades económicas. Debo confesar que las
derivaciones, consecuencias y perspectivas no pueden ser más pesimistas.
Se confirma inexorablemente el ajuste de cuantas de las élites para con la ciudadanía.
Queda meridianamente claro, además, la incompetencia económica de ciertos economistas bien remunerados, instituciones multilaterales, y think tanks
conservadores, que validaron las actuales políticas económicas
–devaluación salarial; austeridad fiscal aderezada con una brutal
escalada de la deuda pública; y expansión monetaria-. (...)
Nueva evidencia del ajuste de cuentas
El estudio de la Reserva Federal “Changes in U.S. Family Finances from 2010 to 2013: Evidence from the Survey of Consumer Finances” refleja un descenso en la renta de las familias antes de impuestos
en todos los percentiles, salvo en el 10% más rico. Es decir, el 90% de
las familias ha perdido renta en los últimos tres años, especialmente
las rentas más bajas, mientras que los más ricos se fumaban un puro a la
salud de las políticas implementadas por la ortodoxia.
Estos datos se complementan con los del profesor Amir Sufi sobre la evolución de riqueza neta en el período 1992-2013
por cuartiles de distribución de la riqueza, según los cuales la gran
recesión se ha cebado con la riqueza de las familias más pobres.
Estos análisis se pueden complementar con el estudio publicado estos días en el Quarterly Bulletin del tercer trimestre de este año del Banco de Inglaterra, bajo el título “Household Debt and Spending”. Básicamente muestra como el canal de la deuda de las familias explica la recesión y débil recuperación de la economía británica. ¡Es la deuda privada, estúpido! (...)
Mientras duró la juerga, los beneficios empresariales se multiplicaron, a
la vez que se deprimían los salarios. Una vez que el colateral que
alimentaba esa deuda estalla, entramos en una brutal crisis de deuda
impagable y un sistema bancario quebrado. En la segunda huida hacia
adelante, se subsidió y rescató mediante una brutal expansión de deuda pública, a aquellos que nos hundieron miserablemente. Sin embargo ello no se ha traducido, ni se traducirá en inversión productiva. (...)
Resulta hilarante el cambio de rumbo de Ángel Gurría y la OCDE.
Tras recomendar la austeridad expansiva y la devaluación competitiva,
esas mismas instituciones dicen ahora que ya vale, dejemos de apalear a
la ciudadanía, que la paliza puede haber sido excesiva.
Y encima los
caraduras avisan de las consecuencias de la desigualdad y de la
necesidad de aumentar la productividad, ahora vía inversión y educación.
Ya es tarde, no han entendido nada. ¿Acaso han analizado la evolución
de los salarios reales y de la productividad?
El economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Oliver
Blanchard, ese mismo que en agosto de 2008 afirmaba que la economía
global se encontraba en un estado muy saludable, ahora confiesa, en un artículo de este mes, “Where Danger Lurks”,
algo así como “Donde el peligro acecha”, que la teoría económica
dominante no prestó atención a esos rincones oscuros donde los mercados
funcionan rematadamente mal.
¡Pues claro señor Blanchard, las hipótesis
de mercados eficientes y expectativas racionales son falsas! ¡Dediquemos
la ingente cantidad de papel consumido para justificarlas a otros
menesteres más saludables e higiénicos! (...)
Quizás el único realmente sincero ha sido el especulador Peter Schiff que en una entrevista reciente a este medio dejó varias perlas: “La estrategia suicida de endeudamiento
de los grandes países no tiene ninguna salida que no sea la quiebra y
el impago de la deuda. Con impuestos no se puede devolver” (…)
"Todo se
vendrá abajo cuando el resto del mundo vea la situación financiera real
de Estados Unidos, entonces se verá que el dólar no vale ni el papel en
el que está impreso". (Juan Laborda, Vox Populi, 17/09/2014)
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