"(...) Lo que llama la atención en todas estas protestas es que en el Sur,
los/as que salen a las calles a manifestarse son millones, en Alemania y
otros países del Norte europeo, miembros de la Unión Europea (UE), sólo
son algunos miles.
Este hecho nos lleva a plantear la pregunta de
pérdidas y beneficios en el marco de la crisis: ¿Los Estados miembro del
norte se benefician más de lo que comúnmente se reconoce? ¿En Alemania
los empleos todavía son relativamente seguros precisamente porque en
Portugal, España, Italia y Grecia la tasa de desempleo sube
desenfrenadamente? ¿Qué significa este desequilibrio para la solidaridad
en Europa? (...)
La eurozona está siendo arrastrada por una baja económica desde el año
2012. Pese a ello, haciendo gala de una creatividad literaria
insuperable, la Comisión de la UE hablaba de una “leve recesión”. Y
desde mayo del 2013, los magos de la estadística hacen todo tipo de
malabares matemáticos para hacer aparecer un resultado global positivo.
Pero las cifras de crecimiento de la UE son claras y no hay dónde
perderse: la recuperación no comienza sino de manera muy lenta. Así,
durante la gestión 2012, en la eurozona en su totalidad, el rendimiento
de la economía bajó en un 0,6%.(8) Y eso no es todo: para el 2013, el
Euromemorandum prevé un nuevo decrecimiento del 3,5% hasta el 2016:
”Los
pronósticos respecto al impacto acumulado de las diversas regulaciones
de política financiera que se introducirán en la zona del Euro sugieren
que entre el 2013 y el 2016, el producto interno bruto de la zona Euro
en su totalidad podría caer en hasta un 3,5%: entre un 5% y un 8% en
Italia, Portugal, España y hasta en un 10% en Grecia e Irlanda.(9)”
Los
pronósticos de la Comisión de la UE son menos sombríos, pero
incluso la representación de la Comisión en Alemania constata:
”Probablemente, la recuperación de la actividad económica sea demasiado
lenta como para reducir las tasas de desempleo. Los pronósticos señalan
que en el 2013, el desempleo en la eurozona alcanzará el 11% y que las
diferencias entre los Estados miembro continuarán siendo muy
grandes.(10)” (...)
Finalmente, cabe mencionar el World-of-Work-Report 2013 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), pues publica una
interesante estadística sobre la probabilidad de disturbios sociales. Al
respecto, llama la atención que la posibilidad más alta se identifica
no en el Norte de África o en el Oriente Medio u otras regiones de
conflicto del mundo sino en Europa:
”El peligro más grande de generarse
disturbios sociales corresponde a los 27 Estados miembro de la UE,
siendo que esta posibilidad ha aumentado de un 34% en el año 2006/2007
hasta un 46% en el año 2011/2012. Probablemente, este incremento se debe
a la manera en la que la política reacciona frente a la persistente
crisis del endeudamiento estatal y sus consecuencias para la vida de las
personas y su nivel de bienestar.”(12)." (Julia Killet y Birgit Daiber, Fundación Rosa Luxemburgo, en Rebelión, 25/09/2014)
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