2.9.14

“Lo peor de lo peor” era la CAM. Concedió a sus consejeros 161 millones en préstamos blandos, en algunos casos al 0%

"De cuarta caja de ahorros a ejemplo de malas prácticas. Caja Mediterráneo (CAM) se hundió el año pasado como un castillo de naipes ante los ojos atónitos de muchos y el sonrojo de otros, tras un accidentado e infructuoso intento de pactar una fusión que evidenció su debilidad.

 La intervención del Banco de España el 22 de julio sacó a la luz una realidad que llevó a la CAM a ser calificada como "lo peor de lo peor", por el exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez.  (...)

"Lo que nos ha hundido es el ladrillo", enfatiza un exconsejero que reclama anonimato. Su respuesta se amplía al preguntarle los motivos de la crisis de la CAM, que atribuye al "endiosamiento del equipo directivo, la avaricia en la construcción, la manga ancha en la gestión y la falta de controles internos".

 Eso, agrega, "más la instrumentalización política". Y es que la CAM acompañó a la Generalitat valenciana en muchas y costosas aventuras: la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el ruinoso parque Terra Mítica o la Ciudad de la Luz. Tres días antes de la intervención, por citar otro ejemplo, prestó al ejecutivo valenciano 200 millones. También concedió, entre 2004 y 2010, a sus consejeros 161 millones en préstamos blandos, en algunos casos al 0%. (...)

La caja había duplicado su negocio inmobiliario entre 2003 y 2005. Llegó a participar en 66 sociedades y en 104 proyectos del sector. Se vinculó a Polaris, Martinsa, Nozar o al proyecto de El Pocero en Seseña. También saltó el charco. En abril de 2009 compró el 100% de la mexicana Crédito Inmobiliario, donde invirtió casi 300 millones. El proyecto no levantó el vuelo y fue liquidado en junio.  (...)

Luego fue intervenida. Cuestionada la gestión, las indemnizaciones millonarias y los salarios de sus directivos atizaron el escándalo. "Como ciudadano me estremezco cuando escucho esas indemnizaciones ilógicas y fuera de lugar en estos momentos de crisis", llegó a decir Alberto Fabra, presidente valenciano.

 Y es que pocos meses antes de la intervención, López Abad y otros cinco altos directivos de la CAM se acogieron al ERE de la entidad con prejubilaciones que sumaban 15,5 millones, según el expediente disciplinario abierto por el Banco de España en enero a 48 exdirigentes. Su sucesora, María Dolores Amorós, se puso un sueldo de 600.000 euros y una pensión vitalicia de 369.497 euros a espaldas de los órganos de control. Amorós fue despedida fulminantemente por el supervisor en septiembre de 2011, entre otros motivos por falsear la contabilidad con artificios financieros.

 Recurrió a los tribunales y en la vista exigió 10 millones en concepto de lucro cesante. Pero la juez la dejó sin indemnización ni pensión vitalicia. El otro gran protagonista fue el último presidente de la CAM, Modesto Crespo, que no tenía sueldo oficial pero se aseguró una retribución anual de 300.000 euros a través de una filial de CAM, TI Participaciones.  (...)

Esta mala gestión también la pagaron miles de clientes. "Estoy en la CAM desde que era Caja de Ahorros y Monte de Piedad. Nunca tuve problemas", relata Concepción Arroyo. Tras el cobro de "un dinerillo" surgió la posibilidad de comprar cuotas participativas. "Siempre pedía que el capital estuviera garantizado porque no quería ningún riesgo", recuerda. Le ofrecieron una fórmula mixta: 1.500 euros en cuotas y un plazo fijo a un interés superior al del mercado. (...)"              ( , El País, Alicante 25 JUN 2012)

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