26.10.14

El problema en Europa se llama Alemania... y su política de 'arruinar al vecino', a nosotros

"(...) Philippe Legrain, uno de los asesores económicos principales del ex presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha asegurado que el modelo económico alemán “encaminado a empobrecer al vecino, al mantener en un nivel bajo los salarios para subvencionar las exportaciones, no debe servir de ejemplo para el resto de la zona euro”.

Es decir, el problema, o la distorsión en Europa se llama Alemania. No es tanto la solución como el gran obstáculo, porque no asume tampoco sus propias deficiencias. Una de las grandes paradojas es que su balanza por cuenta corriente no deja de aumentar. Exporta menos, pero también importa menos, y la diferencia es mayor. Con un superávit de 197.000 millones de euros –que sería casi el 20% del PIB español—en junio de 2014, ocurre que la inversión ha disminuido del 22,3% del PIB en 2000 al 17% en 2013. 

Alemania tiene abandonadas sus infraestructuras; el sistema educativo se resiente –según Legrain el número de nuevos aprendices es el más bajo desde la reunificación, con menos graduados jóvenes, el 29%, que Grecia, con el 34%, y sus mejores universidades figuran rozando el puesto 50 entre las mejores del mundo—y la demanda interna se desploma.

Los trabajadores alemanes ganan menos, en términos reales, que en 1999, cuando se acordó, entre los agentes sociales y económicos una limitación de los salarios. ¿Es éste el modelo que tanto se alaba?

La gran pregunta es saber para qué quiere la canciller Angela Merkel ese enorme superávit. (...)

La paradoja es que los inversores y los bancos alemanes han presionado para que se obligara a los países deudores a acometer todas las reformas que fueran necesarias, con devaluaciones salariales enormes –España ha sido obligada, porque tampoco puede salir del euro— pero, eso sí, sin dejar de pagar los intereses de los créditos –ofrecidos en su momento de forma alegre e irresponsable por esas mismas entidades alemanas. Y, con las políticas actuales de Alemania, esas deudas, al final, no se podrán pagar.

Si la demanda interna alemana se debilita aún más, el crecimiento se acabará apagando en el resto de países, en concreto en algunos como España. Y si ello ocurre, las entidades financieras alemanas tendrán verdaderos problemas para recuperar los créditos que ofrecieron a la Europa del sur. Esas deudas serán insostenibles, y plantearán la posibilidad de quitas, algo que nadie desea.

Con nuevos competidores, como China o Turquía, ¿pueden basarse todos los países europeos en las exportaciones, como hace Alemania?  8...)

El Gobierno alemán ha empezado a comprobar ahora que las cosas no van bien. Que su modelo tiene grandes limitaciones. Si sus bancos desean cobrar las deudas, si sus empresas desean incrementar las exportaciones, si sus trabajadores esperan cobrar pensiones en el futuro, si se desea una cohesión social aceptable en su entorno europeo, Alemania debe cambiar."            (Keynes lives in Barcelona, 23/01/2014)

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