"Ahora que comienza a hacerse evidente que la zona euro entrará en su tercera recesión desde el año 2008,
se confirma que las políticas aplicadas por los principales bancos
centrales del mundo han creado las condiciones ideales para un nuevo
tsunami financiero.(...)
La economía mundial sufre un estancamiento generalizado y así lo dan a
entender las magras cifras de consumo desde Japón a Estados Unidos,
pasando evidentemente por Europa, el actual epicentro de la crisis
global, donde los planes de austeridad agravaron la crisis y potenciaron
los desequilibrios económicos.
Merkel y Lagardé han hundido a Europa
al forzar la aplicación de los planes más absurdos para enfrentar la
crisis que estalló tras la quiebra de Lehman Brothers el año 2008. (...)
El mundo se ha olvidado de la precisa declaración que hizo a principios
del año 2009 el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker,
quien señaló que la economía había fallado por completo en la forma de
examinar la realidad cuando aseguró que entre las causas principales de
la crisis financiera “estaba la fe injustificada en las expectativas
racionales y el libre mercado”…
Volcker no dudó en enfatizar que la
profesión Económica estaba en problemas, dado que en los últimos años se
habían eludido todos los enfoques y consensos sobre la política
económica al dar rienda suelta a los enfoques estadísticos y
matemáticos.
Durante cuatro décadas (casi en paralelo a la otorgación
de los premios nobel de Economía), los economistas se olvidaron que la
Economía no es una ciencia exacta, dado que es una rama de las Ciencias
Sociales cuya riqueza depende justamente de la pluralidad de enfoques.
Desde el premio Nobel de Economía otorgado a Paul Samuelson en 1970, la
Economía se convirtió en un fetiche de las matemáticas financieras y
de los oligopolios financieros.
Al igual que en el 2008, el mundo se encamina a una recesión mundial
producto de la creciente debilidad del consumo, un hecho que derrumba
toda la potestad entregada a las teorías de la oferta. En un mundo con
desequilibrios persistentes y aumentos crecientes de la desigualdad, no
es la oferta la que crea la demanda.
Se ha llegado al nivel crítico de
que un puñado de productores puede ofrecer todos los bienes requeridos
pero estos no están disponibles para toda la humanidad. No es la oferta
la que crea la demanda sino que más bien es la demanda la que da fuerza
a la oferta. En Estados Unidos, la demanda del consumo privado equivale
al 70 por ciento del PIB. Por eso la debilidad de la demanda tiene
efectos significativos.
El desastroso estado de la economía confirma que inyectar dinero al
sistema financiero no ha impulsado a la economía real. De hecho las
multimillonarias inyecciones de liquidez ni siquiera han logrado
mantener los niveles de inversión. La caída sistemática de la inversión
desde septiembre de 2008 ha sido justamente una de las razones que ha
profundizado la crisis.
Las multimillonarias inyecciones de liquidez a
la banca no han estimulado la inversión, pese a que las bajas tasas de
interés existentes en la Reserva Federal o el Banco Central Europeo
hacen creer que la inversión es un negocio lucrativo. Ha sido un negocio
solo para los especuladores que juegan en los mercados bursátiles. (...)
La realidad es mucho más fuerte y ante las actuales expectativas de
declive y contracción económica, la inversión no tiene ninguna
perspectiva real. Y si con las tasas cercanas al 0 por ciento el
mercado es deprimente, ¿qué ocurrirá cuando comience el alza de los
tipos de interés? Janet Yellen, de la Reserva Federal, se ha
comprometido a hacerlo el 2015, dado que las bajas tasas de interés son
un cáncer para la economía mundial al permitir la creación de burbujas
especulativas, como las que han vivido en los últimos años los activos
bursátiles.
Por eso que la actual corrección de los mercados puede
acentuarse o hacer desaparecer del sistema varios miles de millones de
euros cada día, lo que podría desatar un caos global. Algo para lo cual
los gobiernos y las instituciones como el FMI no tendrían cómo
responder dado que ya han agotado todos sus recursos... para nada.
Octubre ha sido siempre un mes muy cruel para la economía, y este año no
será la excepción." (Marco Antonio Moreno, El blog salmón, 16/10/2014)
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