"(...) Esta semana, la palabra miedo se ha repetido hasta la saciedad en las
primeras páginas de los grandes diarios económicos del mundo. Miedo a
que Grecia se dé un nuevo batacazo y deje de pagar a sus acreedores: y
la posibilidad de que Syriza gane las próximas elecciones no es ajena al
mismo.
Miedo a que Europa entre en recesión, con Alemania a la cabeza y
sin que por ello Angela Merkel renuncie a su política de
“austericidio”. Miedo a que las primas de riesgo vuelvan a dispararse (y
entre ellas la española que junto a la italiana es la que más preocupa,
como siempre, a los analistas internacionales).
Miedo a que las crisis
geopolíticas –Oriente Próximo, Ucrania y hasta el ébola, que puede
hundir al sector del transporte aéreo– agraven la situación, en un
momento en el que las economías de Estados Unidos y de China están
perdiendo potencia.
Como viene ocurriendo desde hace demasiado
tiempo, ese panorama aparece sólo muy tímidamente apuntado en los medios
de comunicación españoles: el que el jueves la prima de riesgo llegara a
160 puntos prácticamente se ha ocultado.
Pero se traza con rasgos muy
alarmados y alarmantes en los extranjeros, sobre todo en los últimos
días, cuando las bolsas occidentales se han hundido y algo que apunta al
pánico inversor ha vuelto a aparecer en los mercados de deuda pública.
Como era de esperar, los portavoces del gobierno español y, a la cabeza
de ellos, su presidente, han quitado hierro a las noticias, diciendo que
el bajón es sólo pasajero y de que lo demás, los “fundamentos de la
economía”, ha dicho Rajoy, va bien.
Lo cierto es que la sensación
de los especialistas es que la cosa no es ni mucho menos pasajera, que
lo que está ocurriendo es que se ha acabado el espejismo de que las
cosas empezaban a resolverse que se creó en los dos últimos años. Y que
los problemas de fondo sin resolver, económicos y financieros, han
vuelto a la salir a la luz. Y que es muy posible que lo hagan cada vez
con más fuerza. (...)
Pero la realidad se le va imponer a Rajoy y no dentro de mucho. En
contra de lo que sus asesores soñaban, la campaña electoral –que ya ha
empezado– va a estar marcada por un empeoramiento de la situación
económica. Y lo único que va a poder hacer el Gobierno frente a ella es
manipular los datos, como, según algunos indicios, ya viene haciendo
desde hace un tiempo. (...)" (Tras las tarjetas negras llega ahora el miedo por la economía, de Carlos Elordi en Zona Crítica de eldiario.es, en Caffe Reggio, 18/10/2014)
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