"(...) Mucho más sentido posee la iniciativa planteada por los inspectores
fiscales en su XXIV Congreso proponiendo que se publique la relación de
lo que cada ciudadano aporta a la hacienda pública por el impuesto sobre
la renta.
Sería sumamente ilustrativo y efectivo. En muchos casos, el
escándalo sería tan grande que serviría de freno a la tentación de
defraudar. Es una medida que se viene aplicando con éxito en otros
países, como Suecia. Alguien apuntó en el Congreso que España no está
preparada para iniciativas como esta.
Lo curioso es que sí parece que lo
estaba hace varias décadas, cuando se aprobó el impuesto, ya que la
norma llegó a estar en vigor durante unos años. Muy pocos, ciertamente,
porque enseguida surgieron voces piadosas que alegaron lo peligrosa que
era y, escudándose en el terrorismo etarra, lograron derogarla.
En los
momentos actuales, ETA no está operativa, sin embargo, dudo mucho de que
ningún gobierno tenga la valentía de llevar a cabo la propuesta. Y es
que cuando se pregona la voluntad de luchar contra el fraude fiscal
habría que afirmar que sí pero menos… Hay muchos intereses en juego.
La medida, por otra parte, no debería limitarse al IRPF, sería
también muy interesante conocer las declaraciones del impuesto de
sociedades de todas las empresas y saber el tipo efectivo que paga cada
una de ellas.
Los distintos gobiernos han venido reduciendo el tipo
nominal del impuesto (actualmente del 30%, que pasará a ser del 25%
cuando entre en vigor la reforma fiscal en marcha), pero lo más grave es
que, a base de deducciones, exenciones y desgravaciones, han dejado
convertida esta figura tributaria en un queso gruyere, lleno de
agujeros, de manera que el tipo efectivo (el que verdaderamente paga
cada compañía) se ha alejado totalmente del nominal.
En los años 2011,
2012 y 2013, el tipo efectivo medio de todas las sociedades ha sido del
9,1%, del 10,2% y del 12,4%, respectivamente. La situación es mucho más
escandalosa si nos referimos a las grandes empresas, aquellas que
tributan por grupos consolidados, todas las del IBEX, cuyos tipos
ascienden respectivamente para estos mismos años tan solo al 3,8%, 5,3%,
alrededor del 9%. (...)
Esta estrategia de reducción impositiva contrasta con la posición que
ocupa nuestro país en presión fiscal, por debajo de países como Portugal
y Grecia y seis o siete puntos inferior a la media de la UE, y hace que
suene a escarnio el discurso de la carencia de dinero para pensiones,
seguro de desempleo, sanidad y educación.
Por eso sería tan ilustrativo y
conveniente que se publicase la relación de las cantidades con las que
cada uno contribuye al fisco, comenzando por las empresas del IBEX y
continuando por las grandes fortunas." (Publicar la cantidad con la que cada uno contribuye, de Juan Francisco Martín Seco en República de las ideas, en Caffe Reggio, 25/10/2014)
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