20.11.14

Belén Martín tuvo que ponerse en huelga de hambre para que a su marido le dieran los medicamientos para su hepatitis C

 Belén Martín (derecha), junto a su hija, esta mañana. / Dani Gago / DISO Press

"Belén Martín, mujer de Saturnino Cobo, un enfermo de hepatitis C en fase terminal, inició el pasado viernes 14 de noviembre una huelga de hambre en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid para pedir que su marido recibiese el caro y efectivo tratamiento que podría salvarle la vida. Hoy, cuatro días después, Saturnino ha recibido la receta para poder adquirir mañana el medicamento en la farmacia.

A pesar de la buena noticia, Belén se muestra escéptica. Asegura que continuará la huelga hasta que su marido "tenga las pastillas en la mano". Su desconfianza nace de la inacción y pasividad del Ministerio de Sanidad hasta el momento. (...)"         (Público, 17/11/2014)

"La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC) se ha concentrado hoy en el Hospital Ramon y Cajal de Madrid, para acompañar a Belén Martín, la esposa de uno de los pacientes sin acceso a tratamiento que comenzó una huelga de hambre hace hoy cuatro días para obtener los medicamentos necesarios para tratar la hepatitis C y que no abandonará, ha dicho “hasta que lleguen las medicinas para Satur", su marido.

Mario Cortés, portavoz de la Plataforma, ha calificado de “vergüenza” el hecho de que “en 2014, los pacientes tengamos que estar pidiendo que nos den una medicación que nos puede salvar la vida por motivos económicos, cuando los motivos económicos son su corrupción”. 

Cortés ha denunciado, además, que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, “anunció que el tratamiento estarían disponibles a partir del 1 de octubre, pero nos lo siguen denegando cuando venimos a pedirlo”. 

Ha anunciado, además, que interpondrán una querella criminal contra la ministra y contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a quienes hacen “responsables de las 11 muertes diarias que se dan en nuestro país por la falta de este tratamiento”. 

Se trata de algo que Juan Antonio Molero, miembro de CC OO del Ramón y Cajal, no duda en calificar de “genocidio”. En su opinión, “quien permite estas muertes demuestra la falta de humanidad más absoluta”. (...)"          (Diso Press, Diagonal, 17/11/14)

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