"Jorge Lago, uno de los fontaneros de Pablo Iglesias, ha pasado por
París. Su visita ha confirmado la fascinación que el fenómeno Podemos inspira en la gauche francesa.
Lago ha sido entrevistado por algunos de los principales medios de comunicación alternativos franceses, como Mediapart
(100.000 abonados y una redacción de 50 miembros, que ya es una fuente y
referencia ineludible para los medios convencionales) o Arret sur images,
el espacio de reflexión mediática con 25.000 abonados que dirige Daniel
Schneidermann. Lago, que hace 13 años vivió un año en Marsella y habla
bien francés, se defendió muy bien.
Aquellos “chicos listos” que entrevistamos en Berlín el pasado mayo en vísperas de las europeas (consultar la página en PDF),
se han convertido en un factor de primer orden de la política española,
hasta el punto de que la hipótesis de un gobierno suyo en España, con
alcaldías importantes en su órbita, en Madrid, Barcelona y otras grandes
ciudades, ya no es ninguna tontería. (...)
La estrategia de Podemos fascina a la gauche francesa,
precisamente porque incide de pleno en su debate. El Partido Comunista
francés, una fuerza que contiene grandes ventajas (organización,
compromiso estructurado, experiencia administrativa en las
instituciones) pero que al mismo tiempo huele a naftalina, se mantiene
en la concepción clásica de “frente de la izquierda” y se empeña en
trabajar con lo que hay de recuperable, dicen, en el gobernante Partido
Socialista francés. (...)
Por eso, Jean-Luc Mélenchon (4 millones de votos en 2012, un millón en
2014) propone algo completamente diferente: convocar al pueblo a un
proceso constituyente que reformule el interés general, una VI
República, una nueva Revolución Francesa contra el orden oligárquico tan
parecido en su divisoria de intereses al absolutismo aristocrático que
quebró en este país en 1789 lanzando impulsos libertarios universales
aún hoy vigentes: Libertad, Igualdad, Fraternidad. (...)
Mientras en París no hay proyecto europeo alternativo, pero por lo
menos la población sabe lo que no quiere y en 2005 votó contra la
constitución europea… La sensación es que cuanto más Europa en clave neoliberal haya, más Alemania y menos Francia
habrá en el continente; más Austeridad, Desigualdad, Autoridad, y menos
Libertad, Igualdad, Fraternidad. Esa sensación introduce en París un
particular componente nacional sin el cual el avance del Frente Nacional
no se entiende.
La de Francia es una angustia nacional de 30 años. Una angustia transversal que se aprecia en movimientos sociales no identificados, como el de los bonnets rouges de Bretaña –una especie de jacquerie moderna- e incluso en iniciativas conservadoras en la línea del Tea Party como la Manif pour tous.
El desafío de la gauche es recoger, articular, esa angustia nacional e
insertarla en la serie histórica francesa; 1789, 1830, 1848, 1871, 1944
(programa del Consejo Nacional de la Resistencia), 1968, etc. Lo que en
Alemania (país de revoluciones fallidas) es completamente imposible, la
tradición social francesa lo hace pensable. Mientras no se demuestre lo
contrario, este sigue siendo un país socialmente eruptivo ha dicho hace
poco Nicolás Sarkozy.
Podemos, que evidentemente, actúa
sobre la particular ruina institucional española resultado del ladrillo,
la corrupción y el general desencanto hacia la narrativa oficial sobre
lo ocurrido desde 1978, está realizando aquello sobre lo que parte de la
gauche reflexiona. Precisamente por eso, Podemos fascina en París. Veremos a donde lleva. (...)" (Rafael Poch , La Vanguardia, en Rebelión, 15/11/2014)
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