19.11.14

Sí a la reestructuración de la deuda. Además, la inmensa mayoría de la deuda soberana española está emitida bajo legislación española

"(...) Desde estas líneas venimos sosteniendo que la actual crisis sistémica de la economía española se encuadra dentro de lo que técnicamente se denomina una recesión de balances.

 Éste fue mi análisis desde mucho antes del comienzo de la crisis, y es y será mi diagnóstico sobre la economía patria. Lo que empezó siendo un problema de deuda privada ha acabado contaminando definitivamente a la deuda pública. Lo más terrible es que la mitad del incremento de la deuda pública se ha destinado a financiar a terceros.

Dejemos ya de mentir a los españoles. El volumen de deuda de nuestro país -privada, pública y externa- es inasumible, no se va a poder pagar. La situación actual de bajas primas de riesgo es transitoria, obedece a un ciclo de fuerte propensión al riesgo en los mercados financieros, auspiciado por una política monetaria a la medida de las gerencias bancarias, y basada en una interpretación neoconservadora de la Gran Depresión, la de Milton Friedman y la de Anna Jacobson Scwhartz. Para entenderlo, vean la evolución de la riqueza y la renta en países como Estados Unidos, España, o Reino Unido en el período 2010-2013. Simplemente inmoral.

Bajo este análisis, lo peor no ha pasado. Tal y como sostienen Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, economistas profundamente ortodoxos, en Financial and Sovereign Debt Crises: Some Lessons Learned and Those Forgotten, “… Las causas que han originado la actual crisis económica no solo no se han corregido sino que han empeorado. 

Los niveles extremos de deuda implican quiebras al estilo de los años 30. … La carga de la deuda en los países desarrollados se ha convertido en un evento extremo utilizando cualquier medida histórica y requerirán una ola de condonaciones de deuda, negociadas o no”.  (...)

Y por favor, no me argumenten que ahora los tipos de interés están bajo mínimos. Viendo los vencimientos futuros cualquier breve episodio de repunte en la prima de riesgo, y no les hablo de un evento extremo sino de una simple reversión a la media, nos lleva a una carga financiera superior a los 60.000 millones de euros anuales, totalmente inasumibles.  (...)

A medida que la política de austeridad se ha ido extendido, la idea de impago iba avanzando. Van de la mano. Detrás de la austeridad solo se pretendía rescatar a los acreedores de nuestro sistema bancario y a la gerencia bancaria patria contaminando la deuda soberana.  (...)

Debo reconocer que es un tema tremendamente complejo. Habrá que elegir el momento apropiado. Habrá que cuantificar la deuda ilegítima. Habrá que analizar si interesa un impago a iniciativa del acreedor o, por el contrario, a iniciativa del deudor

A su vez habrá que tener en cuenta aspectos legales, pero ya les adelanto que la inmensa mayoría de la deuda soberana patria está emitida bajo legislación española, salvo una parte de la autonómica que lo está bajo legislación alemana. En este contexto resultará más fácil un impago promovido por el deudor. 

Además, como me sugería un seguidor de este blog, no hay que olvidarse que “habrá que contar con los más canallas para hacer frente a los más canallas” en el correspondiente proceso de negociación. Pero por favor, dejen ya de engañarnos. La reestructuración pasará, sí o sí, tarde o temprano."           (Juan Laborda, Vox Populi, 15/11/2014)

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