"El demoledor informe de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril,
elaborado junto con los defensores del pueblo de varias comunidades
autónomas, alarma, y con razón, porque en él se llega a afirmar que la
situación actual de la Sanidad, en particular, de las Urgencias
hospitalarias aumenta el riesgo de mortalidad. Pero la advertencia no es
nueva, médicos y sindicatos llevan desde 2013 avisando de que los
recortes del Gobierno podrían costar vidas humanas. (...)
El informe titulado “Las urgencias hospitalarias en el Sistema Nacional de Salud: derechos y garantías de los pacientes”, (...)
El estudio dice sin tapujos que las graves carencias en los servicios de
Urgencias en los hospitales ha aumentado el riesgo de error humano y de
mortalidad. Denuncia situaciones “inadecuadas” como que los médicos
residentes “asuman un grado excesivo de responsabilidad”, y exige “la
presencia y suficiencia de profesionales adecuados”. (...)
El informe también denuncia la “repetición de situaciones de saturación”
en los servicios de Urgencias y critica que, tras una primera atención y
a la espera de ser hospitalizados, se ubique a los pacientes en
dependencias del propio Servicio de Urgencias, situación que “perturba
la gestión del servicio” e impide que al enfermo se le facilite la
atención que requiere. (...)
La gravedad denunciada en el informe justifica la alarma
social que pueda crearse, pero desde 2013 médicos y sindicatos vienen
advirtiendo de las consecuencias de los recortes en la Sanidad aplicados
por el Gobierno de Rajoy, mientras se sucedían casos de muertes en
hospitales acompañadas con denuncias por negligencia y falta de
servicios adecuados, en regiones como Cataluña, Galicia, Castilla-La Mancha (este periódico ha denunciado en múltiples ocasiones la situación de la sanidad de Cospedal), entre otras regiones.
En marzo de 2013, tras la muerte de una mujer en Urgencias de un hospital de Vigo,
el sindicato de enfermería Satse dejó entrever que no era de extrañar
una mala praxis en el caso de aquella muerte porque el servicio en el
Complejo Hospitalario Universitario de Vigo estaba el martes “hasta la
bandera”, incluso fue necesario derivar pacientes a otros hospitales,
algunos privados.
Tras aquel suceso, los médicos gallegos denunciaron en una contundente carta
que los “recortes insensatos” exponían a su comunidad a una “pérdida de
calidad de vida” y a la “pérdida de vidas de manera innecesaria”.
Los médicos que redactaron la carta en nombre de los
facultativos de la red hospitalaria de Vigo, y que fue publicada en el
diario regional Faro de Vigo, advierten de que “se perderán vidas
innecesariamente”. (...)
“Nuestra salud se verá mal atendida, aumentarán las demoras,
no tendremos acceso a nuevos tratamientos innovadores y los niveles de
calidad sanitaria, como es evidente, caerán (…)
Se perderá calidad de
vida, se perderán años de vida útil, se multiplicará el sufrimiento,
aumentará la ansiedad y, ténganlo por seguro, se perderán vidas
innecesariamente”, afirmaban los médicos en su carta. “No hay medios
humanos” para satisfacer la demanda de los servicios médicos por parte
de los ciudadanos porque la Consejería de Sanidad y “no se cubre las
jubilaciones ni las bajas” de los profesionales, añadían.
UGT denunció que la sanidad valenciana provocaba muertes prematuras
Aquel mismo año se hizo público un informe de UGT, presentado por Cándido Méndez, sobre la mala gestión de la sanidad en la Comunidad Valenciana, la primera que aplicó el modelo privado en centros públicos. Según aquel estudio, la sanidad valenciana provocaba “2.752 muertes prematuras” en un año.
Basaba sus datos en información de varios ministerios (Economía,
Sanidad, Trabajo e Interior) y organismos como la el INE, el CIS y
otras doce entidades públicas y privadas. (El Plural, 27/01/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario