27.2.15

La alternativa más sana a la deflación mundial es una restructuración de deuda ordenada y coordinada. Grecia lucha por todos

"(...) Pero lo que no sabe Alvaro Nadal y otros economistas educados en el mismo paradigma, aunque defiendan opciones políticas supuestamente diferentes, es que esta dinámica deflacionista es muy peligrosa en situaciones de sobreendeudamiento, tanto público, como privado, como es España, Gracia, Portugal o Irlanda

 El objetivo es importar demanda a través de la caída interna de precios y salarios para exportar más y evitar el descenso de los niveles generales de precios, absorbiendo demanda del resto del mundo para que no se pare la economía y se mantengan estables los precios de importación. 

(...) la opción de tipos de interés negativos y compras masivas de deuda por parte de todas las economías puede acabar en un colapso de los mercados de activos, como el que llevamos alertando algunos. 

La pregunta clave que surge, es ¿ a dónde nos llevan las guerras de divisas multilaterales? Pues la historia económica nos dice que el resultado último suele ser la imposición de barreras al comercio, proteccionismo y empobrecimiento de las economías más débiles (...)

El riesgo cambiario y de tipos de interés negativos puede parecer nimio si China no decide intervenir en el partido devaluando también su divisa. (...)

Ahora, tras la intensa devaluación salarial y de precios, si China decide devaluar, con el mismo argumento que la UE, traería otra gran dosis de deflación importada, algo que ya está en curso con el desplome de los precios de materias primas, por cierto tan laureado por algunos economistas y políticos, que solo miran el corto plazo electoral. 

Si China también devalúa, el colapso puede ser generalizado

La pregunta es si existen alternativas. La alternativa más sana, a pesar de sus múltiples complicaciones, es una restructuración de deuda ordenada y coordinada, como preconizan ya muchos Premios Nobel como Krugman, Maskin u otros economistas ortodoxos como Rogoff y con ello poder normalizar los tipos de interés.

 Habría una parte negativa y es que algunos agentes caerían, pero por otro lado sería la única fuente real de crecimiento a corto y medio plazo, especialmente para economías como la griega o la española. 

Las opciones políticas que defienden esta alternativa, a día de hoy, son minoritarias y cuando triunfan, como el caso de Grecia, se intenta aplastarles, humillarles, como ha hecho Alemania, con el beneplácito de los palmeros de la Comisión, el FMI y el BCE

Pero también, la supuesta izquierda socialdemócrata ha jugado un papel esperpéntico, fruto de la debacle y descomposición intelectual y política en el que está inmersa. Si Grecia fracasa, algo que podría no ocurrir si China y Rusia entran definitivamente en el tablero de la financiación exógena, habremos fracasado todos.

Si no se produce esta restructuración de deuda, podríamos ver un colapso sin precedentes en los mercados de riesgo, que ponga a los bancos centrales al borde del abismo. (...)"            (Alejandro Inurrieta, Vox Populi, 22/02/2015)

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