26.3.15

¿Cómo Grecia podría salir del euro? Una detallada descripción...

"(...) Quiero dejarlo claro, y esta es una buena ocasión para hacerlo, y decir lo siguiente: la solución obvia para Grecia en este momento, cuando lo miro como economista político, la solución óptima sería una salida negociada del euro. 

No necesariamente una salida conflictiva, sino una salida negociada. Creo que Grecia tendría una oportunidad razonable si fuera a las negociaciones preparada para luchar y aceptar una salida negociada. Podría ser por un periodo limitado de tiempo, si el pueblo griego lo aceptara así más fácilmente.

Salida negociada –negociada en el sentido de que la otra parte aceptara una profunda reducción de la deuda que sería el precio que tendría que pagar la unión monetaria- un 50% de reducción. Y, algo crucial, la salida estaría protegida en el sentido de que el Banco Central Europeo (BCE) se comprometiera a que la devaluación de la nueva moneda no sería superior al 20% y que los bancos sobrevivirían.

Ambas medidas –protección del tipo de cambio y protección a los bancos- tienen un coste próximo a cero. No es como si a la unión monetaria se le pidiera asignar fondos o cargar con un alto coste. Significaría mucho para Grecia y no le costaría gran cosa a la unión monetaria. El único coste para la unión monetaria sería la reducción de la deuda. 

En ese contexto, creo que hay razones para pensar que la unión monetaria podría aceptarlo, ya que significaría ponerle fin al problema griego. Para mí, esa es la solución óptima ahora mismo porque una salida no negociada sería más problemática. Sin embargo, si fuera necesario, incluso una salida no negociada es mejor que continuar con el programa actual.

-Sobre la cuestión de una salida negociada: hay gente que dice que el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble, está a favor de ella y que sólo le detiene la canciller alemana, Angela Merkel. El que aceptara la otra parte del acuerdo es obviamente discutible. ¿Cómo lo ve usted?

-Consta que Schäuble, al menos según los ministros griegos, ofreció a los griegos una salida con apoyos ya en el año 2011. Puedo imaginar, desde la perspectiva de la estructura de poder alemana, que puedan estar tentados por esta idea, y lo veo como un objetivo por el que vale la pena que luche el gobierno de izquierdas griego, por razones obvias.

Realmente no sé si hay divisiones dentro del “establishment” alemán, porque no entiendo los detalles del debate político alemán. Pero el argumento puede ser tan convincente a nivel general que soy razonablemente optimista.

Si la parte griega luchara por ello, y diera muestras de que desea aceptarlo, creo que se podría alcanzar un acuerdo interesante para los trabajadores griegos también, no sólo para la élite griega, porque se evitarían las dificultades de una salida conflictiva.

Ciertamente es algo por lo que vale la pena luchar. Y diría que es algo para lo que el gobierno griego se está preparando. Pero, repito, si resulta imposible, incluso una salida disputada, no negociada, es mejor que una continuación del programa actual.

-Asumamos que no es posible. Como dijo, tanto objetiva como subjetivamente –a la hora de enfrentarse al pánico que generaría ¿sería el inmediato control de capitales la primera mediada a desarrollar presumiblemente?

-Démosle la vuelta al argumento. Fijémonos en una salida no negociada. Si eso se diera, lo primero que ocurriría de manera inmediata sería el impago (“default”) de la deuda. Si Grecia no pagara su deuda, se abriría un proceso de negociación o reestructura de la deuda (porque la suspensión de pagos no significa que la deuda desaparezca, sencillamente te niegas a pagar).

Si no es dentro de los confines de la unión monetaria, será mucha más fácil una reestructuración. Mucho, mucho más fácil. El FMI, por ejemplo, sabe que la deuda tiene que ser reestructurada. Las fuerzas reales que impiden la reestructuración en Grecia son la UE y la unión monetaria. Por tanto, la reestructuración de la deuda debería ser más fácil y realizable si Grecia saliera (del euro). Eso es lo primero. La deuda puede esperar. Grecia entrará en suspensión de pagos, la deuda esperará, puede esperar.

Los problemas reales serían entonces los problemas inmediatos. Los problemas inmediatos requerirán de una serie de acciones inmediatas. Sabemos cuáles son basándonos en la experiencia chipriota, donde la UE las impuso. Anticipando muchas de sus preguntas, sabemos que la UE permite el control de capitales y ella misma los impone cuando tiene que hacerlo.

Así que el gobierno tendría que imponer controles de capital inmediatamente y tendría que imponer controles bancarios inmediatamente. Se da por sobreentendido. Tendría que hacer lo que la UE hizo en el caso de Chipre. Ahora bien, cuánto tiempo tienen que durar estos controles y cómo serán es una cuestión que depende de cómo se desarrolle la situación. Desde luego que durará un periodo de tiempo significativo. Y tendrá que mantenerse alguna forma de control de capitales.

Los controles bancarios, asumiendo que la situación se regulariza en un periodo razonable de tiempo, pueden empezar a levantarse después de unos meses. Pero estas dos medidas son de carácter inmediato, son medidas fundamentales que tendrán que ser tomadas inmediatamente.

Luego vendrá el asunto de la redenominación de todo a la nueva moneda. Eso generará ingentes cuestiones legales –necesitaremos una legión de abogados- porque la forma más fácil de llevar a cabo esta redenominación es básicamente uno a uno.

La redenominación dependerá de la ley aplicable a los contratos objeto de estudio. Si la ley aplicable es una ley extranjera, será problemático. Estos contratos tendrán que ser aparcados en alguna cuenta especial y tendrán que ser tratados en un periodo de tiempo. Los que estén sujetos a la ley griega, en general, tendrán que ser redenominados inmediatamente.

La redenominación crearía un problema a los bancos y obviamente sería necesaria una inmediata nacionalización de la banca. La nacionalización de la banca es claramente un paso vital para la economía griega ahora mismo porque el sistema bancario privado, o el sistema bancario en general, ha fracasado. Así que no estamos planteando nada particularmente traumático.

Luego el estado tendrá que intervenir una vez nacionalizados los bancos y redenominar sus balances para reestructurarlos. Se requiere una reorganización de los bancos para ver cuáles permanecen y en qué términos. Ese es un proceso que llevarán algún tiempo y que no será fácil. (...)

-¿Ve usted esta nacionalización como un proceso puro de arriba abajo o como algo que conllevaría un cierto grado de control popular?

-Por supuesto que con más control popular y la participación de los trabajadores. Los sindicatos de los empleados de banca son muy activos y quieren contribuir positivamente a lo que está ocurriendo. Tendrían un papel en la dirección y reorganización de los nuevos bancos, claro. No es sólo una cosa de arriba abajo.

Pero una cosa de arriba abajo es necesaria. Tendremos que nombrar un comisario público para el sistema bancario, tendremos que cambiar la gestión inmediatamente y luego comenzar el proceso de reestructuración de los bancos para crear, por fin, algunos bancos sanos. El empleo y la producción aumentarán.

Lo siguiente sería, desde luego, lo más difícil en algunos sentidos, la cosa más compleja: tratar con mercados concretos y con el impacto de la salida en esos mercados. Estamos hablando de tres mercados claves: energía, que significa básicamente petróleo, comida y medicinas.

La situación de Grecia a este respecto es mucho mejor de lo que lo era en 2010 porque el país ha contrarrestado en buena medida los desequilibrios. Es más capaz de asegurar las importaciones que en 2010. Aun así, será necesaria una intervención activa en estas tres áreas para asegurarse de que las necesidades tienen prioridad, que la gente que necesita medicinas y comida lo obtenga como cosa prioritaria.

Esto no es tan difícil como alguna gente quiere hacer creer. No será un periodo agradable, pero es no es suficiente. No basta con decir que la salida no puede hacerse. A largo plazo, el coste de unos meses de dificultades no significa nada. Si se planifica, el coste puede ser reducido de manera significativa.

-Estamos hablando de racionamiento ¿verdad?

-Sí, estamos hablando de un proceso de racionamiento.

-¿Y cuentas con la burocracia griega para llevarlo a cabo de una manera equitativa y eficiente?

-Desgraciadamente, sí. Pero si usted me da otra opción yo la asumiré. No sólo eso, es que tenemos cuatro meses. En esos cuatro meses podemos adoptar todo tipo de acciones para prepararlo. 

Déjeme decirle un par de cosas. Grecia está en medio de una crisis humanitaria. Ya hay racionamiento en el país, sólo que depende del poder adquisitivo. Buena parte de la población no tiene lo suficiente para comer, los que dependen de los donativos y de las denominadas tiendas sociales – es decir, lugares donde se puede adquirir comida a precios bajos.

Sí, estos son mecanismos de racionamiento que ya existen. Y hacer frente a la crisis humanitaria ahora mismo aportaría más capacidad en este sentido. Ya estamos poniendo en marcha mecanismos que pueden enfrentarse a estos problemas de escasez de suministros. Así que no debería ser tan difícil como lo habría sido en 2010.

-¿No tendría que haber un importante grado de control popular para evitar el clientelismo y la corrupción?

-Como siempre. Y eso es algo que Syriza puede y debe hacer. Eso es lo que un gobierno de izquierdas puede y debe hacer. Para eso está.

Respecto a las medicinas, Grecia exporta medicinas. Tiene una capacidad importante de producir medicinas. El problema no es tan serio como la gente cree. Y también tiene una gran capacidad para producir energía. Está muy cerca de ser auto-suficiente. Las carencias se darán en el transporte, donde será necesario el racionamiento. 

Racionamiento es lo que estamos viviendo en este momento, sólo que es un racionamiento que afecta dependiendo del poder adquisitivo. Mucha gente no utiliza sus vehículos porque no pueden permitírselo. En este sentido, las cosas no iban a cambiar para una gran cantidad de personas.

-¿Qué importancia tiene en este proceso el forjar alianzas alternativas con países como Rusia, Venezuela, China, Irán?

-Absolutamente crucial. Y hay razones para contar con respuestas positivas de estos países. Si Grecia es forzada a llegar a ello. (...)

-En el libro también habla usted del papel del euro como moneda mundial, una de las principales monedas mundiales. ¿Cómo cree que la Grexit (salida de Grecia de la eurozona) le afectaría a eso?

-Le perjudicaría. Ese es el problema real desde la perspectiva de quienes dirigen la unión monetaria, y también preocupa en USA. No hay una lucha entre USA y Europa, que es lo que algunos argumentan haciendo una lectura marxista simplista. Es una relación simbiótica, de conflicto, pero también de apoyo mutuo.

El papel del euro también se vería afectado si eso ocurriera; habría pérdida de confianza en él, tal vez algunas fugas, acompañado de una inestabilidad financiera que de rebote también afectaría a Estados Unidos – al dólar- y a los contratos financieros en dólares. Y eso es algo que Estados Unidos no quiere. 

Desde una perspectiva de izquierdas, eso no es un problema. No es asunto nuestro rescatar al euro o al dólar en cuanto moneda mundial. Hay otra gente completamente dedicada a eso. Nosotros tenemos un objetivo diferente. (...)"              (Entrevista al diputado griego Costas Lapavitsas, Sebastian Budgen/Costas Lapavitsas , Jacobin, en Rebelión, 26/03/2015)

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