"(...)-La cuestión del dinero y la moneda es crucial. En Grecia, el
miedo a salir del euro está impidiendo planteamientos más radicales. Y
el miedo a un futuro fuera de la libra fue una de las razones utilizadas
por los escoceses en su “no” al referéndum. Por tanto, para la
izquierda dentro de Syriza, cualquier plan B tiene que incluir un plan
concreto y convincente sobre una nueva moneda.
¿Qué piensa de la propuesta del Wolfgang Münchau en el Financial Times
de introducir una moneda paralela, un instrumento de deuda emitida por
el gobierno que pueda utilizarse con ciertos fines dentro del euro? Se
refiere al escrito de Robert Parento y John Cochran, ambos economistas
de USA, que proponían que el estado griego emitiera certificados de
depósito - pagarés respaldados por futuras entradas fiscales.
Estos
funcionarían como un mecanismo de cambio y serian fiables hasta el
punto de que el estado los aceptaría como pagos de impuestos y
promovería su circulación dando créditos fiscales al pago de impuestos
en pagarés emitidos por el estado.
¿Estás de acuerdo con Münchau en que
esto podría ser una posible medida para acabar con la austeridad y
seguir estando en el euro?
-También argumenté en ese libro
algo similar, que es la emisión de pagarés por parte del estado que
circularían de manera obligada y podrían pagar impuestos, que es
básicamente esa idea. Es una idea que ha surgido en diferentes formatos
en muchas partes diferentes del mundo.
Sin embargo, no creo que
eso pueda ser una respuesta a la austeridad a largo plazo. Eso son
ilusiones. Como mucho, puede ser una medida suplementaria para crear
liquidez mientras Grecia esté bajo la presión de quienes controlan el
grifo de la liquidez – en otras palabras, el Sr Draghi y el BCE.
Un
paso así, la circulación paralela, crearía inmediatamente problemas de
equivalencia entre el euro real y el euro arbitrario creado por Grecia,
porque se consideraría que el euro real tiene más valor que el otro y
habrá un tipo de cambio entre los dos.
Eso sería perjudicial para la
circulación monetaria y para la moneda en general. No sería una solución
sostenible. Sería solamente una medida provisional. Al final del todo,
sería un parche que conduciría a la salida, básicamente. Hay que
entenderlo así.
Por lo tanto, sí, estoy a favor de ello – de
hecho es algo que el gobierno debería tomar seriamente en consideración
como parte de su arsenal para las negociaciones de junio. Pero no hay
que hacerse ilusiones pensando que esto podría ser algo permanente, una
solución estable, porque no puede. (...)" (Entrevista al diputado griego Costas Lapavitsas, Sebastian Budgen/Costas Lapavitsas , Jacobin, en Rebelión, 26/03/2015)
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