30.3.15

Varoufakis: Insté a los ciudadanos europeos a resistirse a que sus gobiernos intentasen transferirles pérdidas privadas (las de la banca alemana en Grecia)

"Cuando, a principios de 2010, el estado griego perdió su capacidad para pagar los intereses de su deuda a los bancos franceses, alemanes y griegos, hice campaña contra la petición del gobierno griego de un enorme nuevo préstamo a los contribuyentes europeos. ¿Por qué?

Me opuse a los prestamos de rescate de 2010 y 2012 de los contribuyentes alemanes y de otros europeos porque:

?    los nuevos préstamos no eran un plan de rescate para Grecia, sino una transferencia cínica de pérdidas de los libros de cuentas de los bancos privados a los débiles hombros de los más débiles de los ciudadanos griegos. (¿Cuántos de los contribuyentes europeos que acabaron contribuyendo a estos préstamos, sabía que más del 90% de los € 240 mil millones prestados a Grecia fueron a las instituciones financieras, no al estado griego o a sus ciudadanos?)

?    era obvio que, en el momento en que Grecia no pudiese pagar sus deudas, las condiciones de austeridad que acompañaban a los nuevos préstamos aplastarían los ingresos nominales de los griegos, haciendo que nuestra deuda fuese aún menos sostenible

?    la carga del 'rescate' sería, tarde o temprano, transferida a los contribuyentes europeos, alemanes y otros, una vez que los estrujados griegos no pudiesen sostener la montaña de deudas (porque los griegos adinerados ya habían enviado sus depósitos a Frankfurt, Londres, etc.)

?    engañar a los pueblos y los parlamentos presentando el rescate bancario como un acto de "solidaridad con Grecia” enfrentaría a los alemanes contra los griegos, los griegos contra los alemanes y, finalmente, a Europa contra sí misma.

En 2010 Grecia no debía ni un solo euro a los contribuyentes alemanes. No teníamos derecho a pedirles prestado, o a otros contribuyentes europeos, mientras nuestra deuda pública fuese insostenible. ¡Punto!

Esa era mi posición 'polémica' en 2010: en 2010, Grecia no debería haber pedido prestado ni un solo euro antes de comenzar un proceso de reestructuración de la deuda y haber dejado de pagar a sus acreedores del sector privado una parte de la deuda. 
Mucho antes del ‘rescate’ de mayo de 2010, insté a los ciudadanos europeos a resistirse a que sus gobiernos intentasen transferirles pérdidas privadas.

En vano, por supuesto. Esa transferencia se efectuó poco después [2] con el préstamo al Estado griego respaldado por los contribuyentes más grande de la historia económica, con unas condiciones de austeridad que han hecho que los griegos pierdan una cuarta parte de sus ingresos, haciendo imposible pagar las deudas privadas y públicas, y provocando una crisis humanitaria espantosa. (...)"          (De griegos y alemanes: Re-imaginar nuestro futuro compartido Yanis Varoufakis, en Sin Permiso, 22/03/2015)

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