24.4.15

Desgraciadamente, la crisis no es historia... la EPA del primer trimestre de 2015 lo confirma

"Mucha menos población activa, mucho menos empleo y una ligera caída del paro son los resultados más inmediatos que muestra la Encuesta de Población Activa del primer trimestre del año. 

Aunque es cierto que este período de cada año no es el mejor en términos estacionales para el empleo (terminan los contratos de la etapa navideña), las cifras en esta ocasión ofrecen algunas pistas especialmente negativas sobre la tendencia de la ocupación, y sobre todo de la calidad del empleo generado.

 España ha cambiado de ciclo económico (crece el PIB, y bastante), pero la crisis continúa, la calidad del empleo se deteriora y las expectativas son inquietantes.  


El empleo ha descendido en el trimestre en 114.300, un 0,65%, mientras el número de parados se reduce en 13.100 personas, un 0,24%. La cifra total de parados es de 5.444.600, que sigue siendo descomunal.

 Es preciso insistir en que este dato refleja de manera más fiel la situación real del mercado laboral que la que ofrece la del paro registrado por los Servicios Públicos de Empleo, publicada mes a mes, y que computa un millón de parados menos que la EPA, la fuente homologada internacionalmente.

La evolución de la ocupación y el desempleo supone que la población activa se ha reducido en 127.400 personas en el trimestre. Se trata de una caída de la población dispuesta a trabajar muy intensa, la tercera mayor de siempre en un trimestre, con lo que la cifra total (22.899.400) roza de nuevo los niveles mínimos desde 2008. Perdemos fuerza productiva, o lo que es lo mismo, capacidad de generar riqueza.

Como consecuencia de la mayor caída de activos que de desempleados, la tasa de paro sube al 23,8%, una décima más que en el trimestre anterior.  (...)

Pero el dato que ilustra sobre la clase de empleo que se está generando en la crisis es la cifra del empleo a tiempo parcial, que aumenta en 32.600 personas frente a una reducción de 130.600 a tiempo completo, lo que significa un aumento del porcentaje del empleo a tiempo parcial sobre el total de ocupados de dos décimas porcentuales, hasta el 16,25%. Este es un efecto directamente relacionado con la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP en 2012, que ha generado una precarización creciente de la población asalariada. 

Si en la etapa expansiva anterior el empleo temporal fue la vía fundamental de precarización de las condiciones laborales en nuestro país, generando una segmentación laboral basada en el fraude en la contratación (contratos temporales utilizados para empleos de carácter permanente), ahora, a esta situación (que en absoluto se ha corregido) se suma la utilización masiva del contrato a tiempo parcial, mayoritariamente no deseado por los trabajadores, pero que se ven obligados a aceptar ante la ausencia de oferta de empleos de calidad.

 Y además, en muchos casos encubriendo trabajos que en realidad son a tiempo completo, a través de la realización de horas extra y muchas veces no pagadas o no declaradas.

En conjunto, la reforma laboral del Gobierno ha tenido como efecto una precarización generalizada del empleo, puesto que a lo anterior se une la menor estabilidad de los contratos indefinidos, al haber facilitado el despido. 

Todo ello supone una apuesta por un modelo de crecimiento basado en empleos de baja calidad y escaso valor añadido, amplificando incluso el constatado en la anterior etapa expansiva y que se derrumbó abruptamente en 2008 con las nefastas consecuencias que ya sabemos. 

El número de hogares en los que todos sus miembros se encuentran en desempleo sube en 27.300 y se sitúa en 1.793.600, un 1,55% más que en el trimestre anterior. Al mismo tiempo el número de hogares con todos los activos ocupados baja en el trimestre en 18.700."       (Economistas frente a la crisis, 23/04/2015)

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