"Susan George ha afirmado que España es un laboratorio en el que las
élites estaban probando cuánta injusticia puede soportar la población
sin rebelarse. No le falta razón, pero las gentes, en nuestro intento por resistir, hemos desarrollado nuestros propios experimentos también:
nuevos discursos, organizaciones, repertorios de protesta...
España es
un laboratorio sociológico donde las élites y los movimientos sociales
readaptamos nuestras tácticas y estrategias, uno frente a otro, como en
un combate de boxeo. En ese ir y venir de ataques, defensas y
contraataques, un sector de la militancia se ha volcado, después de las
estrategias colectivas que generó el 15M, en lo que algunos han
denominado el “asalto institucional”.
Dentro de esta tendencia, a partir
de nuestra trayectoria en la iniciativa municipalista Ganemos El
Puerto, consideramos que la experiencia puede aportarnos ya algunas
lecciones importantes. He aquí algunas de ellas:
1. Romper con el dogmatismo y lo dado por sentado
dentro de algunos ámbitos de la militancia radical. Ha quedado en
evidencia que muchas iniciativas son tan débiles o fallan rápidamente
porque se llega a la construcción de guetos ideológicos aislados. (...)
2. El campo electoral utilizado de forma estratégica suma energías por un cambio y otorga espacio mediático. (...)
3. Mantener el nivel de movilización y la autonomía de los movimientos
sociales junto con la formación de candidaturas. Los militantes de
Ganemos El Puerto no hemos dejado en un segundo plano la movilización
social, sino que hemos repartido las tareas dentro de los colectivos
sociales e incorporado a gente nueva, para no restar a la lucha directa
lo que sumamos a la candidatura electoral. Además, partimos de la importancia de la autonomía de los movimientos sociales, que no son un apéndice de ninguna organización política o institución. (...)
4. Capacidad de negociar con diferentes sensibilidades e identidades políticas. La confluencia en torno a unos objetivos y unos métodos comunes
nos obliga a repensar, a ceder, convencer y lograr el consenso o
acuerdos de mínimos sin romper con la iniciativa por no coincidir al
cien por cien con nuestro ‘ADN ideológico’.
5. Articular formas efectivas para favorecer la participación directa
da cabida a sectores de la población que normalmente son excluidos en
la estructura de una democracia representativa –inmigrantes, personas
con discapacidad, determinados sectores de mujeres...–.
El propósito es crear una comunidad activa y vigilante que,
a través de asambleas ciudadanas y barriales, además de otros
mecanismos, democratice radicalmente la toma de decisiones. En estos
espacios está naciendo un proyecto común para El Puerto y una estrategia
de lucha para conseguirlo. (...)" (Diagonal, 24/04/2015)
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