"(...) Los últimos sondeos subrayan la “hipermovilización” del voto joven, que
apunta una subida de la participación de cinco puntos respecto a las
municipales y autonómicas de 2011, y dibujan una fractura múltiple del
voto. José Juan Toharia, presidente de Metroscopia, lo resume así:
“El
votante joven, urbano, activo laboralmente e influyente dice que votará a
Podemos y Ciudadanos; el de más edad, rural, conservador, con
actividades no remuneradas e influencia decreciente afirma que lo hará a
PP y PSOE".
Los datos de las últimas encuestas de Metroscopia
subrayan una triple fractura o división del voto: generacional,
ideológica (cómo se considera el votante en el espectro de izquierda y
derecha y cómo considera al partido al que dice que va a votar) y por el
tipo de población (rural y urbano).
La fractura generacional, ya apuntada en las elecciones andaluzas,
es la más clara. Los informes disponibles reafirman cómo el voto joven
está “hipermovilizado”, especialmente tras la irrupción de Podemos en el
panorama político.
La formación de Pablo Iglesias ha logrado agitar e
integrar en el debate político a capas jóvenes de la población hasta
ahora desmovilizadas en las elecciones y ha despertado las ganas de ir a
las urnas de un amplio sector tradicionalmente abstencionista.
Ciudadanos ha logrado captar parte de esa movilización de ese voto
nuevo.
Ese voto joven y activado se inclina hacia los emergentes, aunque el
PSOE logra mantener su condición de segunda fuerza política. La
distribución de la intención directa de voto a los principales partidos
según tramo de edad apunta a que el 17,1% de los votantes de 18 a 34
años va a apoyar a Podemos frente al 12,5% de Ciudadanos.
El PSOE
conserva el 13,3% del votante de esa franja, frente al 10,4% del PP. Las
diferencias se hacen enormes entre los votantes de 65 o más años: el
22% de estos opta por el PP y el 16,1% por el PSOE, frente a Podemos y
Ciudadanos, que cosechan el 9,7% y el 7,5%, respectivamente.
Los sondeos de Metroscopia de intención directa de voto muestran otra
fractura clara: la del voto rural y el urbano. Las dos patas del
bipartidismo (especialmente los socialistas) tienen un mayor apoyo en
las poblaciones de menos de 50.000 habitantes. “El voto de PP y PSOE es
cada vez más rural y menos urbano, mientras que el caso de Podemos y
Ciudadanos es exactamente al revés”, explica Toharia, quien destaca:
“Se
detecta en las últimas fechas que Podemos ha logrado penetrar en esas
localidades de menos de 50.000 habitantes”. Ya es capaz de captar el
15,2% del voto rural, frente al 11% de Ciudadanos. (...)
Existe una tercera fractura, la ideológica, que puede determinar un
corrimiento de última hora. Las encuestas por Metroscopia apuntan a que
el electorado español, en líneas generales, se declara de
centroizquierda. En una escala en la que el 0 es la extrema izquierda y
el 10 la extrema derecha, la media española es ahora del 4,7. 8...)
No obstante, en algunas regiones, como la Comunidad de Madrid, se ha
producido ese corrimiento hacia la izquierda, al pasar de un 4,99 a un
4,66. Pero, por el momento, este desplazamiento no es extrapolable a la
media nacional. (...)" (
Jorge A. Rodríguez
, El País, Madrid
22 MAY 2015)
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