25.5.15

Las ignoradas y/o silenciadas causas de la Gran Recesión

"En los últimos años se han ido publicando toda una serie de informes que coinciden en mostrar que algo preocupante y alarmante ha estado ocurriendo en la distribución de las rentas en la mayoría de países a los dos lados del Atlántico Norte (ver Determinants of functional income distribution – Theory and empirical evidence, International Labour Organization, 2013; Global Wage Report 2012/13. Wages and equitable growth, International Labor Organization; Effects of Globalization on Labor’s Share in National Income, Anastasia Guscina, Inernational Monetary Fund, 2006). 

Estos y otros trabajos coinciden en que:

1. Las rentas derivadas del trabajo han ido disminuyendo (como porcentaje de todas las rentas) desde finales de los años setenta y principios de los años ochenta. Aunque este descenso ha ocurrido en la mayoría de países a los dos lados del Atlántico Norte (Norteamérica y la Unión Europea), ha sido más marcado en los países europeos que en los países de Norteamérica (EEUU y Canadá). 
En Alemania y en Francia ha sido bastante acentuado (un descenso de 9 puntos), aunque en España ha sido incluso mayor (10 puntos).

2. Este descenso de las rentas del trabajo ha ido acompañado de un aumento de las rentas del capital (como porcentaje de todas las rentas).

3. Las rentas que han crecido en mayor medida dentro de las rentas derivadas del capital han sido aquellas rentas procedentes de la propiedad del capital financiero.

4. De las rentas del capital no financiero, un porcentaje muy elevado de ellas, un 35%, ha sido en forma de pago de dividendos (a los accionistas) a costa de subfinanciar las compensaciones salariales.

5. El énfasis en pagar dividendos ha determinado un cambio de actitud del mundo empresarial, enfocado en conseguir la máxima cantidad de beneficios lo más pronto posible (short-term benefits). Los gerentes de las grandes empresas han enfatizado el corto plazo, en lugar del largo plazo, en su comportamiento gerencial. 

Como consecuencia, los propietarios y gerentes del gran capital no financiero han expandido su dimensión financiera, comprando activos financieros, diluyéndose la línea de expansión entre capital financiero y capital productivo. La gran mayoría de las empresas de automóviles, por ejemplo, financiaron sus propias ventas, convirtiéndose en empresas también financieras, que se expanden a costa de invertir en productos financieros.

6. El hecho de que las rentas del trabajo hayan descendido como porcentaje de todas las rentas quiere decir que las rentas del capital han crecido más rápidamente que las rentas del trabajo, como resultado de que el aumento de la riqueza y de la renta total se ha distribuido de una manera muy desigual, favoreciendo sistemáticamente, durante este periodo 1980-2014, a las rentas del capital sobre las del trabajo. 
Es decir, que el mundo del capital ha ido consiguiendo más y más renta a costa del mundo del trabajo.  (...)

Esta reducción de las rentas del trabajo determinó un descenso de la demanda doméstica, puesto que la mayoría de esta está generada por el consumo popular, que depende de los salarios y del tamaño de la población asalariada. Cuando estos bajan, la demanda doméstica se resiente.

Ahora bien, dos hechos ocurrieron que permitieron que el descenso de las rentas del trabajo no causara un mayor descenso de la demanda doméstica del que tuvo lugar. El crecimiento económico fue menor en el periodo neoliberal (1980-2014) que en el periodo anterior (1945-1980) en la mayoría de países capitalistas desarrollados, pero habría sido incluso menor si no hubiera acontecido la reunificación alemana, por una parte, y el gran crecimiento del capital financiero, por otra. 

La primera implicó una enorme inversión pública en aquel país, lo que, debido a la centralidad de la economía alemana en Europa, estimuló toda la economía europea (ver mi artículo “Capital-Trabajo: el origen de la crisis actual”, Le Monde Diplomatique, julio de 2013). 

Lo segundo -el gran crecimiento del sector financiero- fue resultado directo de la necesidad de las familias (y de las pequeñas y medianas empresas) de endeudarse, como consecuencia del descenso de las rentas del trabajo. De ahí el punto 3 enunciado anteriormente, es decir, que las rentas procedentes del capital financiero hayan crecido muy rápidamente durante el periodo neoliberal. (...)

Es decir, la actividad especulativa ha ido amentando mucho más rápidamente que la actividad productiva. Y ahí está el origen de la Gran Recesión que, al explotar las burbujas especulativas (sean las burbujas que sean), quebró el sistema financiero -altamente especulativo-, generando la crisis más aguda que hayamos conocido desde la Primera Gran Depresión a principios del siglo XX. 

El colapso del sistema financiero permitió ver el enorme problema económico que estaba siendo ocultado por el crecimiento económico generado por las burbujas, y que era el gran vacío de la demanda (con el agravante de que ahora, a este problema de escasez de demanda se le ha sumado un enorme endeudamiento, tanto privado como público). (...)"

( Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 7 de mayo de 2015, en www.vnavarro.org, 07/05/2015)

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