"Este domingo habrá elecciones a lo largo del territorio español, las
cuales pueden tener un gran impacto en el bienestar y calidad de vida de
la ciudadanía, y muy en especial de las clases populares de este país.
Podría ser el inicio de un cambio profundo que la enormemente limitada
democracia española necesita urgentemente. De ahí que el lector me
permitirá que escriba una nota personal para explicar por qué me siento
en la necesidad de escribir este artículo y de explicitar mi apoyo a una
formación política. (...)
El carácter escasamente democrático de
este Estado bipartidista, altamente influenciado por intereses
financieros y económicos, ha aparecido con plena claridad en el momento
de mayor crisis financiera y económica que este país haya visto desde
hace cuarenta años, crisis que ha mostrado con toda crudeza los mayores
defectos del sistema democrático resultado de la Transición inmodélica,
muy bien definidos por el mayor movimiento pro democracia que España
haya tenido en los últimos años.
Me estoy refiriendo al movimiento 15-M.
Sus eslóganes “no nos representan”, “lo llaman democracia pero no lo
es” o “no hay pan para tanto chorizo” llegaron a ser altamente
populares, y muy en especial entre las clases populares. Saludé con gran
alegría el surgimiento de dicho movimiento y me honra el haber
colaborado activamente con él.
La dureza de las políticas públicas de
austeridad llevadas a cabo por el establishment político (y promovidas
por el establishment mediático), instrumentalizado por los
establishments financieros y económicos, era justificada bajo el
argumento de que no había otras políticas alternativas posibles.
Este
mensaje se repetía machaconamente en los medios mil veces al día. Pero
sí que había alternativas. Juan Torres (y su discípulo Alberto Garzón) y
yo, escribimos el libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y
bienestar social en España, mostrando con datos que sí que había
alternativas. (...)
Me alegró enormemente ver que el 15-M
cogió nuestro libro como su punto de referencia, mostrándolo en sus
manifestaciones. Tengo en mi despacho enmarcada una fotografía que
apareció en El País en la que aparecen manifestantes del 15-M en la
Puerta del Sol en Madrid enarbolando nuestro libro Hay alternativas.
Fue
el 15-M el que claramente mostró en España la farsa de que no había
alternativas. Las políticas del Estado reflejaban la influencia ejercida
sobre él por los grupos más poderosos del país. De ahí la necesidad de
que se pasara de las protestas a las propuestas, exigiendo la
democratización del escasamente democrático Estado español.
La demanda
de una democracia real era y continúa siendo revolucionaria y
profundamente subversiva, amenazante para un estamento que se perpetúa
en el poder argumentando que están allí arriba, gozando de sus
privilegios, como resultado de un proceso supuestamente democrático.
Mostrar la falsedad de tales premisas era profundamente amenazante. Y la
respuesta unánime del establishment financiero, económico y de su
estamento político-mediático fue la de una enorme hostilidad y
represión.
Ello se ha acentuado todavía más con la
aparición de un movimiento político de claro rechazo hacia este
establishment (definido como casta), que ha sido canalizado por un nuevo
partido, Podemos. (...)
El hecho de que en poco más de un año
este movimiento haya alcanzado la extensión y profundidad que tiene
ahora es un ejemplo de este enorme rechazo popular, el cual se canaliza,
de momento, a través del partido Podemos. Es de desear que tal partido
esté a la altura del momento histórico que vivimos.
Que haya otras
fuerzas políticas –como IU- que hayan realizado una labor muy positiva,
es de justicia señalarlo y aplaudirlo, y deseo con toda intensidad que
crezcan y se sumen a este movimiento general que IU tanto ha hecho para
generar su aparición.
Pero es obvio que el partido que hoy
canaliza mayor hostilidad por parte de la estructura de poder es
Podemos. Como bien indicó el banquero de España, el Sr. Botín, veía a
Podemos como un peligro para su España.
El nivel de agresividad ha sido y
continúa siendo enorme. He vivido en muchos países y nunca había visto
tanta agresividad contra un partido político. Hoy, Podemos es percibido
no como el adversario, sino como el enemigo número uno de los
establishments financieros, económicos, políticos y mediáticos, al cual
hay que destruir, sin ningún freno para alcanzar este objetivo. (...)
En esta hostilidad, todas las derechas en España, incluyendo Catalunya,
han manipulado y mentido a diestro y siniestro, indicando que Podemos
quiere traer a España el modelo venezolano. PP, Ciudadanos, CDC y Unió
Democrática, todos ellos repiten diariamente que Podemos traerá la
revolución venezolana al país, sabiendo que están mintiendo, pues
cualquier observador mínimamente objetivo puede ver que las propuestas
que tal partido ha estado haciendo son de clara sensibilidad
socialdemócrata, iguales que las que hacían los partidos que se
autodefinen como tales, antes de que se convirtieran al liberalismo. (...)
Esta es una nueva crítica (un tanto
sorprendente, pues de ser cierto, el establishment económico-político
debería celebrarlo, cuando parece ser todo lo contrario) facilitada por
declaraciones malinterpretadas de algunos de sus dirigentes. Tal
acusación es que Podemos se está moderando, lo cual parecería indicar
que antes eran muy radicales y ahora lo son menos. Veamos, pues, este
antes y después.
El primer programa económico que Podemos
distribuyó fue el escrito por el Profesor Juan Torres y yo, titulado
Democratizar la economía para salir de la crisis mejorando la equidad,
el bienestar y la calidad de vida. Una propuesta de debate para
solucionar los problemas de la economía española, distribuido por
Podemos bajo el título “Un proyecto económico para la gente”.
En él, el
profesor Juan Torres y yo sugeríamos las líneas generales de una
estrategia económica de cambio, con muchas propuestas, documento que
inició un debate dentro de Podemos. El segundo documento económico
presentado por Podemos es el preparado para las elecciones municipales y
autonómicas, cuyas recomendaciones encajan perfectamente con aquel
documento anterior.
¿Dónde está la moderación? No son ni más radicales
ni más moderadas. Son, ni más ni menos, que el sentido común aplicado al
desarrollo de políticas progresistas que conjuguen equidad con
eficiencia económica. Sus propuestas se han aplicado exitosamente en
otros países. Que se consideren “extremistas” por la derecha española
habla más del profundo conservadurismo de las derechas y del nuevo
“modernizado” socialismo, que de Podemos. (...)
Las propuestas de Podemos son
reformistas, y en su desarrollo empoderarían enormemente a las clases
populares, permitiéndoles exigir más y más, lo que permitiría una
democratización profunda de todas las esferas de la sociedad, incluyendo
las económicas.
Soy consciente de la crítica procedente
de fuerzas que se autodefinen como revolucionarias, las cuales,
estancadas en su visión de que el cambio ocurrirá con la toma del
Palacio de Invierno el año A, día D, hora H, no se dan cuenta de que el
proyecto de alcanzar una sociedad en la que “a cada uno según su
necesidad, de cada uno según su habilidad” se construye o destruye cada
día, empoderando o debilitando a las clases populares en su camino hacia
una sociedad más justa y más democrática.
Desdeñar el Estado del Bienestar como
una trampa para coaptar a la clase trabajadora y/o humanizar al
capitalismo (u otras frivolidades por el estilo), ignora que cada
conquista social ha sido resultado de una enorme lucha, con sangre,
sudor y lágrimas, para ir acumulando derechos que refuerzan a esas
clases populares.
En realidad, las políticas neoliberales tienen como
objetivo debilitar a las clases populares, diluyendo, cuando no
eliminando, tales conquistas sociales. En muchas ocasiones el discurso
fundamentalista está haciendo el juego al mundo de la gran patronal. Lo
que hoy España necesita es que la población se empodere para poder
alcanzar el bienestar que se merece. (...)"
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 20 de mayo de 2015, en www.vnavarro.org, 20/05/2015)
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