"(...) El ministro heleno de Finanzas, Yanis Varoufakis, comenzó un artículo que publicó el domingo pasado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung,
el influyente diario conservador de Alemania, con una anécdota.
En una
visita reciente a Berlín para ver a su homólogo Wolfgang Schäuble, un
funcionario del Ministerio de Hacienda alemán le preguntó en tono medio
jocoso: “¿Cuándo me devolverá mi dinero?”.
Y ahí radica el problema. El
gobierno de la canciller Angela Merkel no se atreve a explicar a sus
compatriotas que será prácticamente imposible que Berlín recupere los
miles de millones de euros que Alemania, al igual que otros países de la
UE, ha destinado al rescate de Grecia.
Merkel mantiene la ilusión de que sí es posible, siempre y cuando se
le apriete suficientemente a los griegos. Lo hace porque cualquier nueva
ayuda a Atenas necesitará la aprobación del Bundestag, el Parlamento
alemán, donde hay muchas voces escépticas.
Es obvio que recortar gastos y subir impuestos puede mejorar la
situación financiera de Grecia a corto plazo, pero no sirve para
reactivar su economía y garantizar un crecimiento sostenido. (...)
Se debería liberar a los griegos de la losa del pago de los
intereses, aunque sean ya muy bajos, y mantener el nominal de la deuda
con la condición de que parte del superávit presupuestario se dedique a
devolverlo poco a poco. Esto daría al gobierno de Tsipras tiempo para
acometer reformas de calado que realmente ayudarían a la economía y a la
gente.
Tensar la cuerda puede provocar que Grecia se salga del euro, con lo
cual el dinero del contribuyente alemán –y el español, italiano, lituano
etc.– estaría definitivamente perdido. Merkel y Schäuble deberían
explicárselo bien a los ciudadanos como aquel funcionario que increpó a
Varoufakis." (heraldo publlicado en El Heraldo (Colombia), en La Marea, 25/06/2015)
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