"Las draconianas condiciones impuestas a Grecia no significan ningún
alivio verdadero y solo han postergado el momento de la verdad para
Europa. Lejos de impulsar el crecimiento y el empleo, la economía helena
va camino a disparar el desempleo al 30 por ciento y hundir más a su economía, que ya vive una nueva recesión.
Los planes de privatización masiva de los activos helenos no generarán
liquidez pero dispararán la inflación al 20 por ciento y la economía se
hará insostenible. (...)
El intento de negociar una salida ordenada del euro para Grecia que
proponía el ex ministro Yanis Varoufakis fue abortado por los intereses
de la troika. Schauble sabe que los bancos alemanes sufrirían un impacto
inmediato que dejaría un enorme agujero presupuestario en Alemania. Como indica este editorial de New York Times, el euro se convirtió en una trampa que lejos de integrar a Europa la está pulverizando. (...)
La salida de Grecia de la moneda única se hace cada día más inevitable y
está claro que esta acción puede ser seguida por otros países como
Italia, España y Portugal, que han perdido competitividad frente al
núcleo europeo del norte y al no disponer de la soberanía monetaria no
pueden devaluar su moneda como medida de emergencia. Como señalábamos en
2011 el euro es el principal enemigo de Europa.
La moneda única nació viciada en sus mismos orígenes y todos los países incumplieron las normas para ser parte del club. Una salida ordenada de la moneda única puede generar traumas en un comienzo pero mayor bienestar en el futuro. (...)
Lo que se busca ahora es cómo detener el tsunami financiero creado por la moneda única que ha sido sólo un gran negocio para la banca privada. Bancos como Royal Bank of Scotland, Deutsche Bank, Rabobank Group, Standard Chartered y Barclays trasvasan sus beneficios a los paraísos fiscales para evadir impuestos correspondientes a las arcas públicas de sus respectivos países.
El euro ha potenciado las asimetrías de la eurozona y repensar una
reforma de la moneda única ya no es visto como el peor de la males.
La retirada de Alemania de la zona euro es una de las alternativas
que se barajan para una solución sostenible a la crisis europea. Un
retorno al Deutsche Mark para Alemania ha comenzado a ser visto con
buenos ojos incluso al interior de Alemania, dado que no es Grecia el problema de Europa, sino Alemania. (...)
Alemania es el único país que se ha beneficiado con la moneda única
y desde el estallido de la crisis sus beneficios se han multiplicado
construyendo una gran muralla en Europa.
La Comisión Europea debe abordar un plan que permita la salida
ordenada de los países que han sido perjudicados con la moneda única,
como Grecia, Italia, España y Portugal. Este "proceso de divorcio"
debería ser más ordenado que el proceso de adopción que realizaron los
países para acceder al club.
Que hoy este tema ocupe parte de la agenda
de Bruselas es toda una novedad, dado que hasta el momento los países
que adoptaban la moneda quedaban encadenados para siempre al sistema.
Además, se hizo pensar erróneamente que la zona euro era Europa y que
una salida del euro significaría una salida de la Unión Europea. Grecia y
los otros países que abandonen la moneda única sólo dejarán de formar
parte de la zona euro, pero seguirán perteneciendo a la Unión Europea." (Marco Antonio Moreno , El blog salmón, 28/07/2015)
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