"Ramón Grosfoguel, sociólogo de la Universidad de Berkeley, afirma
que el capital financiero alemán está empobreciendo el Sur de Europa
mediante la política de austeridad para obtener mano de obra barata y
poder competir con China. (...)
Bajo la dirección de Alemania, ¿estamos viviendo un enfrentamiento entre el Norte y el Sur de Europa?
Sí, eso ha quedado claro estos días. Pero esta
división lleva produciéndose desde el siglo XVII, cuando el Sur de
Europa estaba visto como un lugar inferior justo después de la guerra
de los Treinta Años, cuando Ámsterdam desplaza a España y a la península
Ibérica del centro del sistema-mundo creado a partir de la expansión
colonial en 1492.
El Sur vive una especie de alienación mental: por un
lado están subordinados a los poderes del Norte, y por otro ejercen de
Norte poderoso en relación a otros lugares del planeta. Se ven a ellos
mismos como parte del Norte, aunque con muchas contradicciones. Incluso
después de veinte años de ilusión de la Unión Europea, el Norte de
Europa no mira al Sur como un igual.
En el Norte utilizan términos como PIGS y dicen que la
causa de la crisis son los países del Sur, porque son vagos, perezosos y
corruptos. Como si en el Norte no existiera la corrupción, como si la
corrupción fuera un atributo del Sur europeo.
No reconocen que la causa
de la crisis es el pillaje del capital financiero internacional. Pero no
es nada nuevo. Es el mismo discurso que ha empleado Occidente para
explicar la pobreza en África, América Latina y Asia.
Es un discurso totalmente racista que ha estado siempre
ahí desde hace cuatrocientos años, y que vuelve a emerger ahora con
fuerza a partir de la crisis. O el Sur de Europa se descoloniza y se
asume como Sur de una vez por todas, planteándose otro proyecto
geopolítico y económico más allá del capitalismo imperialista
occidental, o va a seguir arrodillado dentro de Europa.
¿Por qué dentro de la misma UE tenemos tres Europas con un nivel de vida muy diferente? Me refiero a Europa del Norte, Europa del Sur y Europa del Este…
El capital financiero alemán de cara al siglo XXI
necesita periferia. Alemania siempre fue un imperio que perdió la
batalla de las periferias en África, Asia y América Latina. Por eso mira
hacia el Este de Europa, que es su periferia histórica, y al Sur de
Europa como su nueva periferia de cara al siglo XXI. Sin periferias no
tienen como competir frente al ascenso de China y frente a los Estados
Unidos.
¿Y qué pasa? El Sur de Europa en los últimos veinte años “se ha
hecho muy caro” en sus costes de producción y en su mano de obra frente a
la competencia del capital financiero alemán en relación con China. De
ahí la política de austeridad del capital financiero alemán vía la
troika para pauperizar el Sur de Europa y así producir mano de obra
barata.
En las actuales negociaciones, Grecia cede y aún así los
alemanes le ponen más restricciones, porque lo que se quiere en el fondo
es que acaben de salir. (...)" (Entrevista a Ramón Grosfoguel, Público, 23/07/2015)
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