"(...) para miedo, el panorama desolador que nos dejan: deuda, deuda, más deuda, sin mejora
alguna del aparato productivo y de nuestra fuerza trabajo.
Empobrecimiento futuro. En ese blog anterior analizamos la deuda
soberana. Permítanme escudriñar ahora la deuda externa patria.
La deuda externa, reflejo del dominio de las élites
En los cuadros 1 y 2 se recogen y estudian dos fotos fijas, cierre de
2008 y el último dato disponible, cierre de 2014, para ver cómo ha
evolucionado lo que debemos al resto del mundo, nuestra deuda externa,
su cuantía y qué sectores patrios son quienes tienen esas deudas con el
exterior. Se trata de cifras que solemos actualizar cada trimestre.
La deuda que desde los sectores residentes españoles se debe a acreedores extranjeros, a cierre de 2008, ascendía a casi 1,08 billones de euros, cifra que representaba cerca del 99% del PIB español. Esta cantidad significaba el 27% de la deuda en su conjunto de la economía española. El resto era deuda entre sectores residentes. (...)
Según el último dato disponible, cierre de 2014, la deuda externa
asciende supera los 1,1 billones de euros, cifra que representa cerca
del 107% del PIB español. Esta cantidad significa el 26% de la deuda en
su conjunto de la economía española.
El resto es deuda entre sectores
residentes. La cifra es muy parecida a 2008, pero la composición ha
variado drásticamente. El 44% de la deuda externa corresponde ahora al
sector público, frente al 20% de 2008.
Por el contrario, las deudas que
nuestras entidades financieras deben al exterior representan “solamente”
el 30% del total de nuestra deuda externa, frente al 54% en 2008.
Mientras, la deuda externa de las sociedades no financieras representa
el 26% del total de la deuda patria con el exterior, cifra casi idéntica
a 2008.
Lo que estos datos confirman es por qué desde el exterior, con el apoyo entusiasta de las élites bancarias, se impuso una política de austeridad. Se trataba de disponer recursos públicos para destinarlos a financiar a terceros,
a ellos.
El rescate al sistema financiero español consistía únicamente
en proporcionar recursos al sistema financiero para que pudiera hacer
frente a sus deudas, aplicando duros procesos de reestructuración
interna con el fin de liberar recursos, por si acaso. En realidad no se
trataba de un rescate al sistema financiero español, sino a los sistemas
financieros alemán y francés, manteniendo de paso en sus sillas a la
gerencia bancaria patria.
Un segundo aspecto complementario de este análisis es el fracaso de las denominadas reformas estructurales,
destinadas aparentemente a mejorar nuestra competitividad. El
"repentino" e intenso empeoramiento de nuestro sector exterior durante
los últimos trimestres ha incrementado la deuda externa neta de España
hasta alcanzar un nuevo récord histórico, siendo el segundo país con el mayor volumen de deuda externa del mundo.
Apenas hemos salido de la crisis y una nueva crisis de balanza de pagos
se cierne sobre nuestra economía. ¡Pero es que el objetivo era otro,
proteger a acreedores foráneos y a nuestra gerencia bancaria! Son
exactamente los mismos que ahora meten miedo, de la mano de aquellos
políticos que en su momento permitieron el dominio de la élite." (Juan Laborda, Vox Populi, 18/07/2015)
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