"El último pleno municipal del curso en el Ayuntamiento de Barcelona, que ha empezado con el personal cazando pokémons
en la sala de plenos, ha aprobado, a falta de que finalice el periodo
de alegaciones que se abre durante un mes, la nueva tasa que el gobierno
municipal planteó para los pisos que estén vacíos más de dos años. Se trata de una tasa de 633 euros que según el consistorio servirá para costear la inspección y la tramitación de expedientes y sanciones.
Aunque la norma es aplicable en general, está pensada para entidades financieras y grandes tenedores de vivienda,
no para particulares. Es una herramienta que persigue obligar a poner
en el mercado el máximo de vivienda en un momento en que la demanda es
elevadísima, lo que redunda en un aumento de los alquileres que se está
convirtiendo en una barrera cada vez más alta para quienes buscan un
piso o tienen que renovar el contrato de alquiler. (...)" (El Periódico, 22/07/16)
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