“Bueno, pero las ayudas las han recibido
las cajas, no los bancos”. Ya, claro, y los elefantes vuelan los martes
por la noche. Casi todas las cajas han acabado absorbidas por los
bancos, ergo las ayudas que recibieron aquellas se encuentran en el seno
de éstos. Además, una parte considerable de las ayudas públicas fueron
entregadas a los bancos en forma de avales y garantías. Sin ellas, los
bancos habrían quebrado hace mucho tiempo.
Estas garantías han alcanzado
los 110.895 millones de euros, y aunque ya no hay riesgo de que
supongan un coste, fue dinero público comprometido sin nuestro permiso a
bancos (no sólo a cajas). Y el español ha sido el tercer estado de
Europa con mayor volumen de garantías otorgadas al sistema financiero,
solo superado por el irlandés y el griego.
Por último, adivina de dónde
obtienen los bancos el dinero para operar y hacer negocio con él: de una
institución pública, el Banco Central Europeo, que crea el dinero de la
nada y se lo entrega a los bancos barato para que lo presten caro a
familias, empresas y estados. Si esto no es una ayuda pública que baje
Zeus y nos parta con un rayo.
“Bueno, al menos han devuelto algo de
dinero, y puede que devuelvan más”, dirán algunos. Pues mira,
difícilmente podría ser peor porque el poco dinero que han devuelto lo
han sacado fundamentalmente de haber vendido partes de cajas de ahorros
que antes realizaban obras sociales, estimulaban la competencia entre
los bancos, enfocaban su actividad a la región, y que en algunos casos
pertenecían al estado (como es el caso de Bankia), con lo cual el actual
sistema bancario está enormemente concentrado y es más proclive a
abusar de los clientes a través de comisiones y otras artimañas.
Es como
si tu colega el gorrón te hubiese devuelto una pequeña parte del
préstamo con dinero que ha obtenido vendiendo algunos muebles de tu
casa. Absolutamente genial.
Amigo gorrón, que no necesitado ni
pobre. Porque el año pasado, después de la entrega de las ayudas
públicas a la banca sin ningún tipo de permiso por parte de los
propietarios del dinero comprometido –nosotros–, hasta 133 banqueros
españoles cobraron como mínimo más de un millón de euros cada uno de
ellos.
Y ese mismo años descubrimos estupefactos sucesos tan aberrantes
como que el número del BBVA se jubilase con 55 años con una pensión de
4.900 euros… ¡al día!
Pero aquí no ha pasado nada. Ya nadie se acuerda de las ayudas a los
bancos y del coste que ha supuesto y está suponiendo para el bienestar
de la mayoría social en forma de recortes en educación, sanidad,
dependencia, pensiones, cultura, etc. Porque ahora todo va dabuti,
¿no? Al menos eso dicen los banqueros y sus amigos los actuales
gobernantes, y ellos nunca mienten ni se aprovechan de la gente
indefensa."
(Eduardo garzón, El Jueves , en Economía crítica y crítica de la economía, 16/09/16)
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