"En los barrios de Andalucía existe una economía
alternativa al Euro. Se trata de las monedas sociales y los bancos de
tiempo, dos prácticas que llevan existiendo mucho tiempo pero que se han
popularizado desde 2009 con motivo de la crisis económica, pasando de
cuatro a más de dos centenares de monedas alternativas en toda España.
En 2013, eldiario.es recogió el funcionamiento de este modelo económico alternativo apoyado
por las distintas comunidades que buscan dar un valor a su producción
sin tener que entrar en el mercado económico mundial. ¿Cómo ha
evolucionado en estos tres años la puesta en valor de este modelo de
compraventa?
Desde hace años se pueden encontrar en
los barrios monedas como el Zoquito jerezano, la Pita almeriense, la
Jara sevillana, los Comunes malagueños o los Arkitos arcenses. Estas
monedas permiten un intercambio dentro del comercio justo y la confianza
entre los miembros de la comunidad que usan la moneda, comunidades en
las que cualquier consumidor puede ser también un productor.
Para
estudiar la evolución de esta economía en Andalucía, Israel Sánchez,
miembro de la red de la moneda social el Puma ha respondido las dudas
junto a las integrantes de la la misma Red Social y de La Transicionera,
Blanca Crespo, Noemí González y Patricia Luque.
Las monedas nacen para fomentar la economía local en una
apuesta por un cambio de mentalidad económica. "Desde 2014 se dan
nuevos tipos de monedas asociadas a proyectos, como es el caso de la Ossetana
de San Juan de Aznalfarache, usada para el pago de ayudas sociales a
través de los servicios sociales del Ayuntamiento.
Las personas pueden
comprar productos de primera necesidad con esa moneda en la red de
comercios que acepten la divisa para luego ser cambiada por euros",
explica Israel. "De esta forma se consigue una mayor eficiencia en el
gasto público, transparencia, rapidez en la gestión y un apoyo al
comercio local". Este modelo económico está llegando a las aulas, pues
en la Universidad Pablo de Olavide ya existe un máster de Nuevos Modelos
de Economía Colaborativa.
Viejas y nuevas monedas
Desde 2013, el proceso de creación de nuevas monedas sociales se ha ampliado en más de una decena especialmente en la Andalucía occidental.
La Oliva, el Caño, el Chábir y el Alcor sevillanos, junto con el
Chavico granadino, el Lazo malagueño, la Sanluqueña y el Salero
gaditanas y el Durillo onubense son algunas de las nuevas monedas
alternativas que han llegado a los barrios.
"Uno de
los retos más importantes de las redes de monedas sociales es tener
relación e información continua. Ser capaces de dar apoyo a otras redes
que la necesiten, pero es complejo de gestionar", aseguran desde la red
del Puma.
"La creación es un proceso que exige mucha atención y generar
grupos sólidos que sepan gestionar las dificultades y los conflictos que
surgen. La creación del Puma durante la Red de Decrecimiento de Sevilla
en 2011 fue un aprendizaje y lo sigue siendo hasta la fecha".
Algunas han caído en desuso
Sin embargo, algunas monedas acaban cayendo en desuso. Pocos datos se
conocen con respecto a estas monedas, pues nunca existe una confirmación
oficial de su desaparición y algunos participantes de la comunidad
pueden seguir haciendo uso de ella en entornos pequeños. Es el caso del
Axarco, moneda de La Axarquía malagueña y la pionera en este modelo
desde 1988. Hoy en día, poca información queda sobre la moneda y su
actividad. (...)
El éxito del modelo, con decenas de nuevas monedas en
los últimos años está basado en varios hitos que impulsaron su
desarrollo. Israel y la red social de la moneda del Puma señalan algunos
como "el papel de Julio Gisbert como
artífice de muchas monedas, la crisis económica, el buen hacer de los
proyectos de moneda social, el cariño de los medios de comunicación, la
constatación de su buen funcionamiento, el papel de las criptomonedas
–como la Bitcoin–, la incorporación de los proyectos a la esfera
institucional, la necesidad de participación ciudadana para atender
necesidades no cubiertos por el sistema, la conciencia del papel de la
comunidad frente al individualismo y la exclusión social que genera
actual sistema económico".
Para una economía local de productos de cosumo
Las monedas alternativas tienen un valor nominal que, dependiendo de la
misma, puede tener paridad con el Euro o funcionar con otros valores
como horas de trabajo, algo denominado crédito mútuo –sistema LETS
(Local Exchange Trading System)–. Estas monedas pueden ser físicas,
virtuales o administrarse en cartillas, siendo común el uso de
plataformas digitales como CES, Cyclos o Clickoin para consultar datos y
estadísticas de cada comunidad.
Con ellas puedes comprar en cualquier
establecimiento que acepte el sistema. La devaluación de la moneda es
complicada pues no se puede usar en grandes cantidades, sino que sirve
para una economía local de productos de consumo: frutas, ropa de
confección, pan, servicios de albañilería, etc.
Las
monedas que funcionan mediante crédito mutuo ofrecen un servicio
valorado en horas y por cada hora de trabajo que aportes tendrás derecho
a una hora de trabajo por parte de otra persona. Tú puedes aportar un
masaje durante una hora para generar una hora de saldo positivo que
canjear entre otras ofertas que ofrezca la comunidad, como podría ser el
trabajo de un pintor, un pastelero o clases particulares.
Se trata de
un sistema de adquisición de servicios gratuitos a cambio de producir
algo para el resto de ciudadanos, cuyo único valor nominal son las horas
que ofreces y las horas que recibes a cambio. "Es el modelo usado por
el Puma, el Zoquito, la Oliva o el Durillo, entre otras", comenta
Israel.
En un futuro se podría probar un modelo
provincial, siendo un reto de gran envergadura, aunque no hay que
olvidar que "la moneda no es más que una herramienta orientada a un fin y
que recoja procedimientos y relaciones que impliquen la generación de
sinergias", aseguran desde la red del Pumarejo.
"En próximos años
veremos un despliegue de economía alternativa y complementaria de gran
calado y permeabilidad a todos los niveles socioeconómicos, donde la
entrada a la administración pública es solo cuestión de tiempo",
concluyen Israel, Blanca, Noemí y Patricia." (Daniel Andana, eldiario.es, 10/09/16)
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