"Diputado del Frente Popular de Túnez, Fathi Chamkhi milita
igualmente desde su fundación en RAID (Attac y CADTM en Túnez). Ha
jugado un papel motor en la presentación, el 14 de junio, de la
proposición de ley sobre la auditoría de la deuda pública.
¿Cuáles son los objetivos de la proposición de ley para una auditoría de la deuda pública?
Esta iniciativa forma parte de un programa más amplio que comprende igualmente la cuestión de la moratoria sobre el servicio de la deuda , así como la anulación soberana de toda deuda ilegítima que sea probada por la auditoría.
¿Cómo determinar el carácter ilegítimo de una deuda?
Se
dispone de un cierto número de referencias y de experiencias
internacionales sobre el tema. Tenemos en particular toda una batería de
argumentos jurídicos, por ejemplo verificando si la reglamentación en
vigor ha sido bien respetada, si el dinero ha sido afectado conforme a
lo estipulado en el contrato, etc. (...)
Este tipo de préstamo forma parte de los que declaramos ilegales.
Imaginemos que el objeto de un préstamo sea la construcción de un
hospital, de un pantano o de una escuela… ¡y que sea utilizado para
comprar armas!.
¿Cuáles son las diferencias entre las prácticas del gobierno actual y las del régimen de Ben Alí?
Todo
lo que era malo en tiempos de Ben Alí ha sido multiplicado por 2, 5 o
10. Es paradójico y da pena decirlo, pero es la verdad. Así, a la caída
de Ben Alí en enero de 2011, la tasa de endeudamiento era del 40% del PIB .
Ahora supera el 62%. Además, antes de 2011, Túnez se hundía en el
endeudamiento y el carácter de la deuda era odioso, pero lo que
conocemos ahora es peor: el saldo de la deuda se ha multiplicado por más
de dos, pasando de 25 miles de millones de dinares en 2010 a 56,6 miles
de millones. (...)
¿A qué es debida esta agravación de la deuda?
Túnez,
como muchos países, utiliza de hecho dos monedas: la moneda local que es
utilizada para los intercambios en el mercado interno, y las divisas
para los intercambios con el exterior.
Estos treinta últimos años,
se asiste al desarrollo espectacular de la esfera de la economía
neocolonial. Ésta tiene necesidad de divisas, pues el dinar no es para
ella más que una “moneda transitoria”. Lo esencial de la gran
distribución está por ejemplo en manos de sociedades extranjeras como
Carrefour, Géant, Bricorama, Ikea pronto, etc. Estas sociedades realizan
su cifra de negocios en dinares y tienen permanentemente necesidad de
divisas para convertir sus dinares.
Esta economía neocolonial tiene por
esta razón necesidad continua de divisas. Antes de 2011, este stock de
divisas era alimentado por las exportaciones de fosfato, aceite de
oliva, el turismo y el dinero enviado por los tunecinos que trabajaban
en el extranjero. Hoy estos recursos han bajado considerablemente, y es
la deuda quien los reemplaza. Su mantenimiento es indispensable para la
prosecución del régimen actual.
Pero para permitir a Túnez
aumentar considerablemente su nivel de endeudamiento, todos los nuevos
préstamos han sido acompañados de plazos bastante largos: “os damos el dinero hoy, y pagareis en 5, 7, incluso 10 años”…
Hemos llegado a la hora de la verdad: estos últimos años, en efecto,
estábamos pagando las deudas dejadas por Ben Alí. A partir de 2017,
entramos en la era del reembolso de las contratadas después de 2011.
Las
cosas van por tanto a complicarse. Túnez conocerá en 2017 un primer
impago de un empréstito hecho con Qatar. El gobierno tunecino ha dado a
conocer su incapacidad para reembolsar este empréstito de mil millones
de dólares. Finalmente los plazos han sido atrasados unos años. No se
conocen los términos del acuerdo, pero es seguro que los qatarís han
obtenido a cambio contrapartidas políticas.
¿Qué suerte correrá esta proposición de ley?
Las
condiciones objetivas abogan a su favor: un tercio de los diputados ha
firmado este texto. Pertenecen a todos los grupos políticos salvo
Ennahda. Los islamistas, en efecto, están cogidos entre dos fuegos.
De una parte, intentan implantarse en una sociedad que les rechaza. (...)
De otra parte, los islamistas saben que los países occidentales no se fían mucho de ellos. Por esta razón, Ennahda quiere dar garantías
firmes y sólidas diciendo a los países occidentales que se pueden fiar
de ellos, que están a tope por las reestructuraciones neoliberales y que
no les pondrán ninguna traba.
Es una posición política central de
Ennahda. Si se les dejara, un cierto número de diputados de Ennahda
firmaría la propuesta de ley. Pero ese partido está dotado de una
verdadera dirección, al contrario que Nidaa en donde cada diputado hace
lo que le viene en gana…" (
Entrevista realizada Fathi Chamkhi por Bertold du Ryon, Freddy Mathieu y Dominique Lerouge. Hebdo L’Anticapitaliste - 353 (06/10/2016), Viento Sur, en Rebelión, 18/10/16)
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