"(...) Ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales tuvieron que
afrontar una larga serie de indicadores macroeconómicos negativos. No
sorprende entonces que las estimaciones sobre crecimiento global que ha
realizado el Banco Mundial se sitúen en el rango de 2 por ciento.
Proviniendo de alguien tan sesgado en favor de los beneficios que
atraería la globalización neoliberal, esos datos constituyen una señal
de que las cosas no andan bien en la economía mundial.
Otro indicador
contundente es que las economías de los llamados mercados emergentes
experimentarán tasas de crecimiento de 0.4 por ciento debido al colapso
en el precio de las materias primas. O sea, estamos en medio del
estancamiento.
Para empezar, la Organización Mundial de Comercio
(OMC) reveló que el comercio internacional crecerá este año a la tasa
más baja desde 2007. El volumen de comercio apenas crecerá 1.6 por
ciento. (...)
El volumen de inversión extranjera directa (IED) en las economías ricas
del planeta (el G-20) apenas alcanzó la suma de 646 mil millones de
dólares (mmdd) en 2015. Esa cifra es 40 por ciento inferior al monto más
alto registrado antes de la crisis. (...)
Las menores tasas de crecimiento se traducirán en mayor presión en el
mercado laboral y problemas por el lado de los ingresos fiscales. (...)
¿Cómo proponen los jerarcas de la política económica salir del
estancamiento? Una buena síntesis del tipo de propuestas es lo que
ofrece Agustín Carsterns, presidente del Comité Monetario y Financiero
Internacional (organismo del FMI) y gobernador del Banco de México.
Sus
recomendaciones se reducen a tres.
Primero, mantener la política
monetaria acomodaticia en las economías avanzadas.
Segundo, utilizar la
política fiscal cuando sea posible.
Tercero, seguir avanzando en las
reformas estructurales.
Pero la política monetaria no ha podido
reactivar el crédito por el excesivo endeudamiento. En materia de
política fiscal la austeridad ha sido el dogma dominante. Y las reformas
estructurales se refieren a seguir por el rumbo de la política
neoliberal que dio como resultado la crisis global. Los altos
funcionarios del FMI no acaban de entender la naturaleza de la crisis
que hoy está hundiendo a la economía mundial en el estancamiento.
La
crisis de deflación que hoy presenciamos es resultado de poderosas
inercias derivadas del súper endeudamiento que mantuvo artificialmente
los niveles de crecimiento del decenio anterior a la crisis. Los niveles
de endeudamiento a escala macroeconómica son extraordinarios y se
sitúan en el orden del 225 por ciento del PIB mundial.
Unas dos terceras
partes corresponden al sector privado (hipotecas y préstamos
corporativos). Es evidente que estamos frente a un círculo vicioso en el
que el estancamiento hace difícil que los agentes paguen sus deudas,
pero el excesivo endeudamiento conduce a un freno en la demanda y la
inversión.
Hay que añadir que los episodios de volatilidad estarán
agravando esta situación en los próximos años. La crisis deflacionaria
se traduce en lo que ya se está comenzando a llamar la Larga Depresión.
Habría que organizar una última gran fiesta de despedida de lo que fue
la globalización neoliberal." (Alejandro Nadal
, Sin Permiso, 14/10/2016)
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