"(...) Visto lo visto, la pregunta es: ¿qué ha sido necesario
para acceder a la gran coalición? La respuesta ilustra el carácter
--vuelvo a repetir la palabra-- violento de esa operación.
Enumeremos. Han sido necesarias dos elecciones y, por los
pelos, casi tres. Ha sido necesaria una campaña de la prensa
convencional, en la que se ha entrelazado la opinión y la información y
los datos. Para ello, a su vez, ha sido necesario cambiar el
accionariado de los medios, que hoy pertenecen, entre otras perlas
empresariales, a la banca.
Y, con ello, al IBEX, ese nuevo sujeto
político. Ha sido necesario que Felipe González --un hombre fundamental
en las relaciones exteriores y en la relación entre empresas y Estado,
que sólo participa en la política local en momentos dramáticos--
participe desde el extranjero --el único topos, al aparecer, en el que
puede participar--.
Ha sido necesario un golpe en el PSOE, en el que un
líder, el primero elegido por sufragio, poco diferenciado de cualquier
otro, y que no había alcanzado --es posible que, ni tan solo, iniciado,
las conversaciones para ello-- un pacto con el pack Podemos y con el
pack indepes, fue defenestrado. Posiblemente porque su negativa a un
gobierno PP, que respondía, se supone, a un cálculo electoral, conducía
directamente a unas terceras elecciones.
Para realizar ese golpe han
sido necesarios, a su vez, más de treinta golpes en los últimos años en
Andalucía, intervenciones en diversas agrupaciones locales del PSOE(A)
que han modulado una líder, una idea de funcionamiento y una cultura del
poder interno que compagina la lágrima --es decir, la
instrumentalización de los medios que quieran ser instrumentalizados--,
con el aplazamiento de la democracia interna.
Posteriormente al golpe, para cumplir con el periplo que
debe acabar con un Presidente de Gobierno PP antes del día 31 de
octubre, se ha tenido que celebrar un Comité Federal en domingo. Hoy.
Según ha detallado El Confidencial, no se pudo hacer ayer,
sábado, porque se entregaban los premios Princesa de Asturias --una
disfuncionalidad propagandística de la cultura española; algo, por lo
visto, muy importante, y a lo que no se puede dejar de asistir--, a los
que tenía que acudir el actual presidente de la Gestora del PSOE.
Para
no dificultar al trayecto de Rajoy a la investidura se ha tenido que
aplazar, por lo mismo, el Debate del Estado de la Región en Asturias. Y
se tendrán que reducir al mínimo las conversaciones del rey con los
grupos parlamentarios.
En ese trance, por tanto, se ha visualizado que
esas conversaciones no son importantes ni determinantes, que todo sucede
en otro sitio, y que el papel del rey en todo esto es anecdótico, en el
mejor de los casos. También, y por el apremio en el calendario, Rajoy
ha tenido que cancelar su asistencia a la Cumbre Iberoamericana, a la
que tendrá que asistir el rey en solitario. Es decir, otra vez, nadie.
¿Qué ha pasado? ¿Qué ilustra tanta violencia sobre un
calendario, sobre un partido, sobre una decisión defendida en la última
campaña electoral? No ilustra nada del partido. El PSOE, como cualquier
partido antiguo, o no tan antiguo, es una mezcla de grandeza y de
miseria. (...)
EL PSOE, por tanto, ha sido fiel a una parte de su
tradición también en este trance. Lo que ha cambiado ha sido la
recepción a su apuesta. Hace unos años, un golpe así no se hubiera
producido, o se hubiera producido sin tanto ruido y estupor. Los
protagonistas del golpe, tal vez no eran conscientes del ruido que
provocaban.
Vivían en otra época, sin ruido. Todo este ruido no previsto
ilustra que una gran coalición no es sencilla, pues tiene costes
electorales. Indica, por tanto, que por fin existen los costes
electorales. O, lo que es lo mismo, que ha habido un cambio cultural
enorme en la sociedad peninsular, de manera que un partido programado
para la gran coalición, no puede hacerla, sin morir en ese trance.
Parece que mate. Pero, en realidad, muere." (Guillem Martínez, CTXT, 23/10/16)
No hay comentarios:
Publicar un comentario