"(...) la Gran Recesión, que fue presentada por
el establishment político-mediático del país, incluyendo el gobierno
del PSOE, como resultado de un supuestamente excesivo gasto público y
unos costes laborales muy elevados.
De esta lectura (profundamente
errónea, pues en el inicio de la Gran Recesión el Estado español estaba
en superávit, no en déficit, y los salarios por aquel entonces estaban
entre los más bajos de la UE-15) salieron las políticas de recortes del
gasto público social que han empobrecido enormemente el Estado del
Bienestar español, y las reformas laborales que tenían como objetivo
bajar los salarios a base de desregular el mercado de trabajo.
En realidad, no era el inexistente
crecimiento exagerado del gasto público, sino los limitadísimos ingresos
a las arcas del Estado, lo que creó el déficit público.
El Presidente
Zapatero, del PSOE, congeló las pensiones públicas para rellenar el
agujero de 1.200 millones de euros que había causado la rebaja del
impuesto de patrimonio (2.100 millones) y/o la bajada del de sucesiones
(2.552 millones), entre otros, siguiendo su famoso dicho de que “bajar
impuestos es de izquierdas” (ver mi libro Ataque a la democracia y al
bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante. Anagrama, 2015).
Ni que decir tiene que la aplicación de
tales políticas causó un gran descenso del apoyo electoral del PSOE (no
solo en las elecciones generales, sino también en las autonómicas
-incluyendo en Andalucía, presidida por la Sra. Susana Díaz-) que ha
continuado en la medida en que no ha habido ni un cambio de orientación
política ni una autocrítica en tal partido.
En realidad, en Andalucía el
PSOE nunca había conseguido un porcentaje de votos más bajo en unas
elecciones autonómicas que con la Sra. Díaz (en las elecciones
autonómicas de 2015 Susana Díaz obtuvo el 35,43% de los votos; el PSOE
había registrado hasta entonces su mínimo histórico en las elecciones de
1994, con un 38,71% de los votos).
¿Por qué el PSOE ha ido realizando tales políticas neoliberales?
Para contestar esta pregunta hay que
entender que este fenómeno de descenso electoral del partido
socialdemócrata, aunque particularmente acentuado en España, ocurre en
la mayoría de países de la UE-15. Y una causa importante es la evolución
de los aparatos de estos partidos.
El análisis de la composición de
tales aparatos muestra un gran dominio de estos por parte de
profesionales con educación superior, incluyendo universitaria, que han
desarrollado una relación intensa con las empresas financieras,
económicas y mediáticas que ejercen una enorme influencia sobre los
Estados, estableciéndose así puertas giratorias entre instituciones
financieras, económicas y mediáticas por un lado, e instituciones
políticas por el otro.
Como bien alertaba ya el gran politólogo
Ralph Miliband en su libro Parliamentary Socialism, esta nueva clase
(algunos utilizan el término “casta”) política había desarrollado una
serie de privilegios, y asumía que la clase trabajadora estaba o bien
desapareciendo, o se estaba transformando en las clases medias, a las
que ellos consideraban representar, y cuya función era votarles cada
cuatro años.
Su poder dejaba de depender de los
militantes (a los que se consideraba como agentes pasivos que aprobaban
lo que la dirección quería), desaconsejando el rol de la militancia
dentro del proceso de decisión, y enfatizando, en su lugar, su
sustitución por la movilización mediática realizada a través de los
medios televisivos y radiofónicos.
La militancia de tales partidos
disminuyó como consecuencia, limitándose esta a aquellos que estaban en
situación de aprendizaje, para pasar a tener con posterioridad cargos en
el aparato y/o en las instituciones representativas.
Y los datos muestran la consecuencia de
estos hechos. El electorado socialista y los militantes de tales
partidos han ido descendiendo. La prensa digital progresista ha
documentado extensamente la conexión entre el aparato del PSOE y los
intereses financieros, económicos y mediáticos.
El último ejemplo de
ello es el nombramiento de Rubalcaba, el ex secretario general del PSOE y
sucesor de Zapatero, y ligado al felipismo, como miembro del consejo
editorial de El País (consejo al cual pertenece también Felipe
González), rotativo que se ha destacado por su defensa del
neoliberalismo y su hostilidad hacia el cambio.
¿Qué ha pasado en las elecciones del 2015 y del 2016?
El PSOE estaba dividido desde el
principio del proceso electoral entre la vieja guardia, que controlaba
el aparato y que deseaba continuar con el bipartidismo, por un lado, y
la militancia, que deseaba una coalición de izquierdas, por el otro.
Y
en medio estaba Pedro Sánchez, que habiendo sido elegido por la
militancia estaba muy limitado por el aparato, que confabulaba contra
él. Fue precisamente por tal influencia que Pedro Sánchez nunca
respondió a la propuesta de Podemos en 2015, y de Unidos Podemos en
2016, de hacer un pacto que estableciera una coalición y buscara más
apoyos a partir de esta coalición.
La vieja guardia nunca aceptó esta
posibilidad, que hubiera permitido sacar a Rajoy y a su partido del
gobierno y establecer un nuevo gobierno liderado por las izquierdas.
Ahora bien, Pedro Sánchez, en lugar de ser sensible, tras las elecciones
del 2015, a esta propuesta, se alió primero con Ciudadanos a través de
un pacto, para luego invitar a Podemos en una situación subalterna.
En el 2016 Pedro Sánchez nunca ha
respondido a las peticiones de Unidos Podemos para explorar la
posibilidad de establecer un gobierno alternativo, que siempre ha
existido, pero siempre se ha ignorado cuando no ocultado (con la gran
colaboración de los medios, liderados por El País, cuyo grado de
manipulación ha alcanzado los niveles de La Razón).
Pero el aparato del
PSOE (dirigido por los barones) se ha opuesto por todos los medios a
ello, pues siempre prefirió la continuación del bipartidismo, que pasa
por el apoyo al PP en la investidura, a abrir una posibilidad de
gobierno en la que esté Podemos. Y han depuesto a Sánchez, que había
visto, por fin, que la única opción era crear una alternativa basada en
una coalición con Podemos.
Puesto que Ciudadanos siempre prefirió una
alianza con Rajoy, no le quedaba otro remedio que explorar la
alternativa que había sugerido Unidos Podemos de conseguir alianzas con
los partidos nacionalistas. (...)
Expulsado el secretario general, Pedro Sánchez, se ha nombrado
presidente de la gestora al presidente de Asturias, el Sr. Javier
Fernández, próximo a Alfredo Pérez Rubalcaba y a Susana Díaz (...)
La aceptación de Pedro Sánchez de la exigencia de Susana Díaz de que se
votara a mano alzada (sin voto secreto) fue el síntoma de que el
aparato había ganado, pues la mayoría de miembros del Comité Federal son
funcionarios que ocupan cargos que dependen de los barones. Fue el
triunfo del aparato frente a la militancia.
Leyendo El País y sus
editoriales, y escuchando a García Ferreras (próximo a Zapatero) en La
Sexta cubriendo la jornada, puede verse el contubernio
político-mediático movilizado para destruir a Pedro Sánchez. (...)
Consecuencias para las izquierdas
Lo ocurrido el sábado es enormemente
negativo para las izquierdas en España y para el bienestar de las clases
populares, ya que facilitará la permanencia en el poder del partido más
reaccionario que existe en España, expandiendo todavía más su plan
económico y financiero neoliberal, y su ultraderechismo reaccionario.
Se
esperan al menos cuatro años más de un Estado represivo e insensible a
las necesidades populares, Estado que continuará dominado por el
bipartidismo, con el apoyo de Ciudadanos y las derechas nacionalistas.
Ha sido, una vez más, la victoria de los de siempre.
Frente a esta
situación se necesita una amplia coalición y movilización de todas las
fuerzas progresistas que confronte las políticas del gobierno Rajoy y
sus aliados, tanto a través de la agitación social (más necesaria que
nunca) como a través de la lucha parlamentaria, ayudando a la vez a las
bases del PSOE a rebelarse (...)"
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 5 de octubre de 2016, en www.vnavarro.org, 05/10/16)
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