"En Austria una nueva mayoría le ha parado los pies al fascismo. En
Italia, una nueva mayoría le ha dicho “no” al burocratismo autoritario
de Renzi. Austria ha debido acordarse de que Hitler era austriaco. Las
mujeres han salido a dar la cara. En Italia, se han debido acordar de
que colgaron a Mussolini boca abajo. Los jóvenes han salido a dar la
cara. (...)
Renzi significa traer a la política europea el márketing
latinoamericano. Un galán joven y sin ideología para aplicar la segunda
fase del modelo neoliberal. Menos Gramsci y más telenovelas. Después del
neoliberalismo de la fuerza, ahora el del maquillaje. Un neoliberalismo
con rostro amable que ha abducido a la izquierda socialdemócrata y
necesita frenar el poder del parlamento. Siempre después de haber
convertido la prensa en una sucursal de las torres Trump de turno.
Europa
esta volviéndose a buscar. Una parte importante se encuentra en la
extrema derecha trayendo presagios de los años treinta. Pero otra, más
numerosa, entiende los riesgos y está aprediendo a articularse. Son
tiempos de aclarar el discurso, de dar herramientas para defender las
ideas y de sumar desde ahí hacia esa nueva mayoría.
En los años treinta
también nos confrontamos. Aprendamos una lección: ser débiles con los
fuertes no ayudó. Llamemos enemigos de la democracia a los enemigos de
la democracia. Y perfilemos el futuro. Para que quien escoja sepa qué
está escogiendo.
No se trata de adaptarnos a lo que existe. Para
ganar a Hofer en Austria, para derrotar a Renzi en Italia, ha hecho
falta tomar partido, dar argumentos, enfadar a algunos para que otros
entiendan la gravedad del momento. Las nuevas generaciones necesitan
tener una escuela donde diferenciar los argumentos que emancipan y los
que encarcelan.
El populismo de derechas solo agita los excesos del
sistema. Lo que venga a ocupar el lugar antaño llamado “izquierda” tiene
que atreverse a señalar con el dedo al corazón del sistema. Tanto en lo
que funciona como en lo que no funciona. Europa no aguanta su propia
legalidad. Por eso necesita dinamitarla envuelta en un traje de Armani. Y
por eso los verdaderos antisistema son los que envuelven en cualquier
forma de “gran coalición” -incluida la mediocre coalición hispánica- el
fin de la política. (...)
Renzi llegó al poder sin elecciones, apoyado por la Troika, la patronal y
los medios de comunicación. Y la vieja izquierda. Democracia sin
elecciones. Como ocurrió con Papademos en Grecia o con Monti también en
Italia. Como pasó en España con la reforma del artículo 135 de la
Constitución.
Trump ganó después de que el Partido Demócrata hiciera
trampas para sacar a Bernie Sanders. Fillon sale elegido en las
primarias de la derecha porque el Partido Socialista le ha puesto la
alfombra roja. Rajoy gobierna con menos del 30% de los votos porque el
PSOE es un animal herido que prefiere morir antes que perder la vida.
La
extrema derecha, donde gana, lo hace porque la izquierda que ha sido
hegemónica se ha convertido en una empresa que tiene que pagar
dividendos a sus socios y empleados. Y no duda. O rearmamos nuevas
mayorías o regresa el fascismo, eso sí, aseadito. De momento, en Austria
han sido las mujeres las que han estado a la altura. Y la gente joven
que intuye que hay vida más allá del centro comercial. (...)" (Juan Carlos Monedero
, Comiendo tierra, en Rebelión, 07/12/16)
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