"Conmoción y miedo en la sede central del PP; juego de cuchillos en la
sede madrileña del partido, entre los que quedan partidarios de
Esperanza Aguirre; auténtica rebelión en la Judicatura y en la Fiscalía,
ante el sorprendente comportamiento del fiscal jefe anticorrupción
Manuel Moix que, horas antes de iniciarse la Operación “Lezo”, intentó
por todos los medios, paralizar parte de los registros y detenciones,
algo que provocó una auténtica rebelión entre los fiscales que
decidieron desobedecer esas órdenes y, preocupación generalizada dentro
del partido por las consecuencias que pueden derivarse de la
investigación sobre Ignacio González, que espera detenido en la
Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos, pasar a la Audiencia
Nacional para ser interrogado por el juez Eloy Velasco. (...)
Para el Partido Popular, desde el miércoles, Ignacio González se ha
convertido en una bomba de racimo que irá explotando, poco a poco, a
partir de la investigación sobre el sobrecoste de empresas compradas por
el Canal Isabel II en Brasil, Colombia y República Dominicana, con un
sobrecoste que, en ocasiones, multiplicaban por cuatro, su verdadero
valor.
Pero es que, además, de este sobrecoste que se está averiguando a
dónde ha ido a parar y en qué cuentas fuera de España se encuentra el
dinero, hay otra parte de la operación que también se investiga y que
son las obras que el Canal Isabel II ha realizado en República
Dominicana y Haití, en este último país, después del terremoto que dejó
al país semidestruido. Se ignora por qué el Canal entra en estas
reconstrucciones en las que también se sabe que ha habido comisiones.
Una
tercera deriva termina en Mercasa (Mercados Centrales de
Abastecimientos SA) donde fue detenido también su hermano Pablo
González, alto directivo de la empresa, y testaferro suyo, una empresa
que viene siendo investigada por otro juez de la Audiencia Nacional. La
cúpula de Mercasa está imputada por comisiones en el extranjero, pero en
las investigaciones pueden aparecer conexiones de muy alto nivel en
América Latina, especialmente en Panamá, que en estos momentos, tiene
preocupados a importantes miembros del Gobierno.
Una cuarta deriva pasa
por las decenas de millones de publicidad que ha repartido el Canal, a
medios informativos amigos para la compra de favores, así como la
adquisición de algún digital que durante todos estos meses ha mantenido
una campaña mediática contra la actual presidenta de la Comunidad
Cristina Cifuentes (el mismo medio que tiene una notable deuda con
antiguos colaboradores, en demandas ganadas en los Tribunales pero que
se niegan a pagar).
Igualmente, saldrán a relucir las relaciones
del Canal con la Operación Púnica, y con la concesión de obras en la
Comunidad, especialmente con el Tren de Navalcarnero, en el que se le
exigieron comisiones millonarias a través de un amigo de González (López
Madrid) a la familia de Villar Mir.
Y, por último, toda la financiación
ilegal del Partido Popular madrileño con la que tanto Esperanza Aguirre
como el propio González, contaron para ganar todas las elecciones en la
Comunidad.
“En Madrid, siempre nos ha sobrado dinero para las campañas y
nunca nos ha faltado de nada“, dice un antiguo responsable de las
campañas, convencido de que era algo que sabían todos… y que es algo que
sólo acaba de empezar. Porque González, él solo, es una bomba de
racimo." (José Oneto, República.com, 20/04/17)
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