Hace unos minutos, el paseo estaba abarrotado. Por aquí no se podía caminar. Ahora, se vacía. Hay mucha decepción http://cort.as/--KQb (El País)
No me estoy enterando de nada perdón. Sí o no?
No deja de
ser paradójico que hoy, diez de octubre, Día Mundial de la Salud Mental,
España entera esté pendiente de la decisión de un loco.
“Con los resultados del referéndum, Cataluña se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente. El sí ha ganado por mayoría absoluta a golpe de porra. Pero las urnas han dicho sí”, ha asegurado Puigdemont.
“Llegados a este momento histórico, asumo el mandato del pueblo catalán de que Cataluña se convierta en una república catalana. Pero con la misma solemnidad, propongo que el Parlament suspenda la declaración de independencia para abrir un proceso de negociación para bajar la tensión”, ha añadido.
“Con los resultados del referéndum, Cataluña se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente. El sí ha ganado por mayoría absoluta a golpe de porra. Pero las urnas han dicho sí”, ha asegurado Puigdemont.
“Llegados a este momento histórico, asumo el mandato del pueblo catalán de que Cataluña se convierta en una república catalana. Pero con la misma solemnidad, propongo que el Parlament suspenda la declaración de independencia para abrir un proceso de negociación para bajar la tensión”, ha añadido. (...)" (Discurso de Puigdemont , Crónica Global, 10/10/17)
“Con los resultados del referéndum, Cataluña se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente. El sí ha ganado por mayoría absoluta a golpe de porra. Pero las urnas han dicho sí”, ha asegurado Puigdemont.
“Llegados a este momento histórico, asumo el mandato del pueblo catalán de que Cataluña se convierta en una república catalana. Pero con la misma solemnidad, propongo que el Parlament suspenda la declaración de independencia para abrir un proceso de negociación para bajar la tensión”, ha añadido.
“Con los resultados del referéndum, Cataluña se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente. El sí ha ganado por mayoría absoluta a golpe de porra. Pero las urnas han dicho sí”, ha asegurado Puigdemont.
“Llegados a este momento histórico, asumo el mandato del pueblo catalán de que Cataluña se convierta en una república catalana. Pero con la misma solemnidad, propongo que el Parlament suspenda la declaración de independencia para abrir un proceso de negociación para bajar la tensión”, ha añadido. (...)" (Discurso de Puigdemont , Crónica Global, 10/10/17)
"¿Qué es lo que ha dicho? ¿Somos o no somos independientes? Las interrogaciones acotan el desconcierto que ha producido en su propia grey la independencia con marcha atrás de Puigdemont.
Y describen la incredulidad del ufano gentío que se había reunido para celebrar la proclamación de la república catalana a semejanza de una orgía. Proclamarse se proclamó con fórmulas quiméricas, pero se crionizó casi al mismo tiempo, de tal manera que la muchachada indepe no pudo gozar con el orgasmo ni experimentar el sueño húmedo de la patria resarcida.
Se demuestra así la influencia tragicómica que ha ejercido sobre Puigdemont la obsesión de Escocia. Pues la jornada histórica del 10-0 se ha resuelto como una ducha escocesa. Del calor al frío, el president
enardece al "poble" con una dosis de viagra y lo traumatiza después con
el gatillazo, así es que las gentes no sabían si celebrar la noticia o
lamentarla, más todavía cuando la pasividad de los "cuperos" demostraba
que el discurso carecía de ardor rupturista y que el retraso de la
declaración -una hora- obedecía a la división de la sagrada familia.
No, no era un buen augurio que Carles Puigdemont compareciera en el Parlament
vestido de negro. Un enterrador parecía Puigdemont, un "undertaker" del
viejo oeste. Y estaba bien elegida la indumentaria porque el president iba a oficiar el sepelio en diferido de la democracia.
Puigdemont anunciaba ambiguamente la
independencia y suspendía al mismo tiempo cualquier derivación práctica o
jurídica o política. Era, acaso, la manera de sustraerse al precipicio del código penal. Y de asumir su devoción a la cultura democristiana.
Porque nunca ha dejado de ser un monaguillo y porque la mejor salida a
su propio laberinto consistía en aferrarse al artefacto dialéctico que
inventó Aldo Moro: existe el sí y existe el no, pero en medio existe el
"ni".
"Arran acusa a Puigdemont de "traición inadmisible".
La organización juvenil de izquierda radical Arran ha acusado este martes al presidente catalán, Carles Puigdemont, de incurrir en una "traición inadmisible" por suspender los efectos de la declaración de independencia para buscar un diálogo.
"Estamos asistiendo a una traición inadmisible. Hoy @KRLS (Carles Puigdemont) frena el mandato popular claro y rotundo del referéndum", ha escrito Arran en su cuenta de Twitter tras la intervención de Puigdemont en el Parlament. (...)" (El Confidencial, 10/10/17)
"(...) La retórica del diálogo con que Puigdemont adornó su discurso
no convierte el 1-O en un referéndum con garantías y sus resultados en
homologables y aceptables, ni a las leyes de desconexión iliberales e
inconstitucionales en un marco legal constitucional y legítimo.
Sustituir las palabras, diálogo en vez de unilateralidad, tiene su sentido, pero ninguna credibilidad después de los niveles de tensión y de división que ha sufrido la sociedad catalana, con la estampida empresarial y con la pérdida de la capitalidad económica de Barcelona.
Para que no se entienda el acto de ayer como una DUI con voluntad suspensiva, Puigdemont debe reconocer que no hubo referéndum y dejar sin validez las leyes tramitadas los días 6 y 7 de septiembre. Esta sería la auténtica mediación que ahora tanto busca, pero no con agentes internacionales o ni siquiera con otros del resto de España, sino con los catalanes excluidos y amedrentados por la cabalgada independentista, representados por la mitad vacía del hemiciclo los días 6 y 7 de septiembre.
Este será el regreso a la normalidad constitucional, la única base para el regreso a la conversación civil, al diálogo político y a la perspectiva del pacto que permita la recuperación del consenso constitucional. No hay independencias mediopensionistas, como no hay medios embarazos.(...)" (Lluís Bassets , El País, 10/10/17)
"La expectación se ha convertido en confusión y decepción entre los ciudadanos independentistas que se han concentrado en el Paseo Lluís Companys de Barcelona para seguir en directo la comparecencia en el Parlament del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Sustituir las palabras, diálogo en vez de unilateralidad, tiene su sentido, pero ninguna credibilidad después de los niveles de tensión y de división que ha sufrido la sociedad catalana, con la estampida empresarial y con la pérdida de la capitalidad económica de Barcelona.
Para que no se entienda el acto de ayer como una DUI con voluntad suspensiva, Puigdemont debe reconocer que no hubo referéndum y dejar sin validez las leyes tramitadas los días 6 y 7 de septiembre. Esta sería la auténtica mediación que ahora tanto busca, pero no con agentes internacionales o ni siquiera con otros del resto de España, sino con los catalanes excluidos y amedrentados por la cabalgada independentista, representados por la mitad vacía del hemiciclo los días 6 y 7 de septiembre.
Este será el regreso a la normalidad constitucional, la única base para el regreso a la conversación civil, al diálogo político y a la perspectiva del pacto que permita la recuperación del consenso constitucional. No hay independencias mediopensionistas, como no hay medios embarazos.(...)" (Lluís Bassets , El País, 10/10/17)
"La expectación se ha convertido en confusión y decepción entre los ciudadanos independentistas que se han concentrado en el Paseo Lluís Companys de Barcelona para seguir en directo la comparecencia en el Parlament del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
"Decepción". "Rabia". "Indignación". Esas son algunas de las palabras
que han empezado a escucharse. Tras horas de espera y entre gran
expectación, la gente ha empezado a abandonar la zona en masa. Los
aplausos que habían acompañado buena parte del discuros del president se
han convertido, a continuación, en riadas de personas que se marchaban
por las calles adyacentes camino de sus casas.
Los concentrados han recibido con aplausos y gritos de alegrías las
palabras de Puigdemont cuando ha afirmado que asume el "mandato del
pueblo" para que Cataluña "se convierta en un estado independiente en
forma de república". Sin embargo, ha habido algún abucheo cuando a continuación ha propuesto "suspender los efectos de la declaración de independencia para abrir la puerta al diálogo".
Al final del discurso de Puigdemont, que ha comenzado con una hora de
retraso en el Parlament, cientos de ciudadanos han abandonado la zona
con "decepción" ya que esperaban que la declaración de independencia
fuera efectiva desde hoy." (El País, 10/10/17)
"Puigdemont, como máximo responsable del Govern y las fuerzas que
impulsan el independentismo, no solo ha violado la Constitución y el
propio Estatut al impulsar las leyes de Referéndum y Transitoriedad los
pasados 6 y 7 de septiembre, como le recordaron sus propios letrados y
el Tribunal Constitucional, sino que ha violado estas propias leyes,
adoptando y excluyendo sus artículos a la carta, a conveniencia,
conforme a sus oportunistas principios de que el fin siempre justifica
los medios.
Exactamente su fin, el que él y los suyos han elegido, que
no el del conjunto de los ciudadanos de Cataluña. (...)
Que después de estas autoviolaciones de la ley, los goles en
propia meta, haya decidido incumplir (por el momento) la parte más
arriesgada y menos sustentada de su contenido sin aclarar la senda de
legalidad que adopta indica el irresponsable impulso del president como
máximo dirigente de Cataluña.
En un pleno caótico, retrasado por
sorpresa, subordinado a las últimas reuniones de Puigdemont con sus
aliados, el president ha intentado satisfacer a muchos sin satisfacer
seguramente a nadie, incumpliendo su máxima responsabilidad. (...)
Puigdemont ha recordado estos artículos, pero ha elegido proclamar que
"asume el mandato" de la independencia para pedir a continuación al
Parlament una suspensión de la declaración de independencia, aunque da
por válidos unos resultados del referéndum que no tienen ningún peso
jurídico. (...)
La tormenta desatada tiene ya consecuencias muy graves. Y el presidente
ha incumplido su deber de abrir los ojos, abandonar por un momento el
ojo del huracán, asomarse a la devastación que empieza a causar y frenar
en seco por el bien de todos en una retirada y regreso a la legalidad.
Ahora el huracán retomará fuerza, y él será el responsable." (Berna González Harbour , El País, 10/10/17)
"No se puede suspender una declaración que no se ha hecho". Así ha respondido Miquel Iceta a la fórmula que Carles Puigdemont ha utilizado para decir sí a la independencia y aplazarla después. (...)
No queremos señalar ni barrer a nadie, todos y todas hemos formado parte
del problema y todos y todas si queremos tenemos que formar parte de la
solución", ha dicho y, tras recuperar las palabras de Raimon Orriols y
Josep Tarradellas, ha sentenciado que "no queremos volver atrás 300,
años ni tampoco 38. En esta hora grave le pido que diga que este
Parlament no ha proclamado la independencia". (El Periódico, 10/10/17)
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