"(...) léanse un informe de la Comisión Europea (liderada, por cierto, también
por las derechas europeas) titulado Ageing Report 2018, en el que se
detalla la situación de las pensiones en la Unión Europea (UE).
Y verá
que de todas las reformas de las pensiones realizadas por los gobiernos
de la UE, las que han impuesto medidas más drásticas y más antisociales
son las hechas por el gobierno del Partido Popular, presidido por el Sr.
Rajoy.
Como consecuencia, España es prácticamente el único país de la
UE que actualiza las pensiones cada año siguiendo una fórmula que no
tiene en cuenta ni la evaluación del nivel de vida del país (incluyendo
el nivel de inflación), ni la evolución de los salarios. (...)
Ningún otro país ha aplicado medidas tan draconianas. En la mayoría de
los países de la UE, la actualización de las pensiones se realiza según,
entre otras variables, la evolución de la inflación. No así en España.
(...) de las políticas neoliberales, las más duras han sido las realizadas por
el gobierno Rajoy (seguidas de las propuestas por Ciudadanos y el
PDeCAT). (...)
El ataque frontal a las pensiones
Como consecuencia de estos cambios
aprobados por el gobierno Rajoy, la Autoridad Fiscal, una agencia
estatal independiente de control fiscal, ha indicado que las pensiones
en España perderán un 7% de su poder adquisitivo en 2022. CCOO calcula
que será incluso más del doble de este porcentaje en los próximos 10
años: un 15%. En realidad, el Fondo Monetario Internacional (FMI)
calcula que la pérdida será de un 30% en 2050 para los nuevos
pensionistas.
Sea como sea, este porcentaje, según la fórmula aprobada
por las derechas españolas, conservadoras y neoliberales (una de las más
conservadoras y neoliberales en la UE), define un futuro para los
pensionistas más que preocupante. Repito, una vez más, que en ningún
país ha habido un ataque tan brutal a las pensiones como en España. (...)
La otra realidad digna de mencionar es
que los sectores de la población que votan más a las derechas (todas
ellas neoliberales) son los grupos –los ancianos- más negativamente
afectados por las reformas de las pensiones, que los están dañando.
En
esta situación, los grupos más afectados por las políticas públicas
neoliberales del PP y de Ciudadanos son los que les votan más
masivamente. ¿Por qué?
Dos son las razones. Una es que la gran
mayoría no están informados de lo que está ocurriendo. La mayoría de la
población anciana conoce la realidad a través de las televisiones, que
están instrumentalizadas predominantemente por las derechas. Y la otra
es el mal llamado “patriotismo” que creen garantizado por las derechas, a
las cuales consideran erróneamente como las que mejor defienden la
“unidad de España” (o “la felicidad en el futuro independiente”).
En
este aspecto, la identificación de los distintos nacionalismos con las
derechas da una enorme ventaja a las derechas. Las izquierdas,
supuestamente internacionalistas, van dejando frecuentemente el tema
nacional a las derechas.
De ahí que la justa indignación hacia la
pérdida de identidad resultante de la globalización, o de la
europeización, o de las amenazas nacionalistas de todo tipo, vaya
canalizándose a través de los partidos de derechas.
La solución a este hecho no es separar
el tema social (tema de izquierdas) del tema nacional (tema de
derechas), sino entrar en el tema nacional a través del tema social. Es
decir, redefinir lo que es patria y nación, identificando ambas con los
intereses de la población (de la cual las clases populares son la
mayoría), equiparando nación y patria a seguridad, bienestar y calidad
de vida de la mayoría de la población.
Las preguntas que las izquierdas deberían promover son: ¿cómo pueden las
derechas españolas y catalanas presentarse como defensoras de la nación
o de la patria española o catalana cuando sus políticas públicas están,
a la vez que beneficiando a las rentas superiores, dañando el bienestar
de la mayoría de la población tanto en Catalunya como en el resto de
España?; ¿cómo pueden considerarse superpatriotas cuando sus reformas
están dañando tanto a los pensionistas del país, a los que recortan las
pensiones tras toda una vida de trabajo, cuando han construido este
país?; ¿cómo pueden las derechas hablar de superpatriotismo cuando
recortaron y privatizaron los servicios públicos de las clases populares
tanto en Catalunya como en el resto de España?
Es precisamente la
denuncia de la utilización de las banderas por parte de los intereses
económicos y financieros lo que debería ser la estrategia electoral de
las izquierdas. Así de claro."
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 6 de diciembre de 2017, en www.vnavarro.org, 07/12/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario